No hay tiempo que perder. Tras la nueva decepción vivida en el Palau Blaugrana, la serie ante el FC Barcelona viaja a Málaga para tratar de estirar lo máximo posible estas semifinales de la Liga Endesa. Los cajistas, tras el partido, se trasladaron al hotel donde han «vivido» desde el miércoles por la noche, el «Porta Fira», en Hospitalet, a sólo 10 minutos del Palau y a 15 del aeropuerto.

El equipo almorzó pasadas las 15.30 horas, con alguna ausencia permitida, y después los jugadores descansaron en sus habitaciones para salir luego hacia el Aeropuerto de Barcelona. Se dio la casualidad de que justo a la llegada de la expedición verde estaba aterrizando el avión que trasladó de Berlín al FC Barcelona de fútbol, con el consecuente revuelo.

El avión del equipo hacia Málaga salió pasadas las 19.30 horas y los jugadores, tras llegar a Málaga, se marcharon a sus casas, ya que hoy hay cita para volver a entrenar. El equipo tendrá sesión de vídeo para repasar lo que sucedió ayer en el Palau y luego habrá entrenamiento. Y es que el miércoles hay toda una final.

El Martín Carpena tiene que colgar el cartel de no hay billetes para acoger, a partir de las 21.00 horas, el Unicaja-Barcelona. Una derrota dejaría al cuadro malagueño fuera de la competición, ya de vacaciones.

En las mentes de los jugadores, a pesar de las superioridad mostrada por el Barça sobre el parqué, no hay sitio para esa idea. Los jugadores quieren seguir vivos en la ACB y forzar, al menos, un cuarto encuentro, también el Málaga, a celebrarse el viernes. Sobre esa «norma» hoy se comenzará ya a trabajar en el Martín Carpena. El Unicaja no se merece cerrar así una temporada que ha sido estupenda.