El Unicaja se despidió ayer de esta temporada al caer en el quinto partido de su serie contra el Barcelona, pero lo hizo de la misma manera que ha obrado durante todo este curso, obligando al conjunto catalán a dar lo mejor de sí, al llevarlo al límite máximo permitido.

Un aficionado le pide a su equipo que lo dé todo en cada partido, que se deje la piel en cada jugada, que luche por cada balón como si fuera el último del encuentro, que en los momentos difíciles tire hacia el frente y que cuando caiga, se levante con más fuerzas aún que antes. Queremos ver a un grupo que salga con la cara alta en cada encuentro, que lleve al equipo contrario a su límite y que no se rinda jamás, sea cual sea la situación, por muy crítica que pueda parecer.

Si uno ve todo eso en sus jugadores y cuerpo técnico, no tiene mas remedio que rendirse ante ellos y sentirse muy orgulloso de sus colores. Ése es el sentimiento generalizado de la afición del Unicaja esta temporada, se ha identificado completamente con su equipo, le gusta y comparte lo que ve y lo siente como suyo, mostrándole todo su cariño, respeto y apoyo.

El comentario mayoritario tras acabar el partido de ayer en el Palau era el de agradecimiento y apoyo a este grupo y la palabra más usada por toda la marea verde, principalmente en las diferentes redes sociales era orgullo. En esas siete letras se puede resumir el sentimiento de una afición que vuelve a recuperar una ilusión que nunca debió irse del Carpena.

Entre los muchos tweets que circularon por la red, hay uno que decía entre otras cosas «volveré a renovar mi abono porque sois unos campeones». Unas simples palabras que hacen ver hasta qué punto este equipo ha logrado que su gente vuelva al Palacio José María Martín Carpena. Y ya hemos tenido este año la oportunidad de comprobar lo importante que es para el grupo y para el club un pabellón a rebosar, un factor determinante que ha ayudado a ganar muchos partidos.

Tras la dura batalla que ha supuesto estos cinco intensos, trepidantes y emocionantes partidos, sólo queda reconocer el magnífico trabajo realizado por el equipo este curso baloncestístico, agradecer que hayan puesto al Unicaja en el lugar que se merece y mostrar todo mi respeto a un grupo de jugadores y cuerpo técnico que se han ganado un hueco en el corazón de cada uno de los seguidores verdes.

Y hablando de ellos, no me gustaría acabar sin reconocer con letras mayúsculas mi agradecimiento total a toda la marea verde que se ha vuelto a convertir este año en un factor determinante en muchos de los encuentros jugados en casa y en un ejemplo y un motivo de admiración no sólo en el plano nacional sino también a nivel europeo.

Y felicitar especialmente y mostrar mi más sincera admiración a los sesenta valientes que acompañaron y dieron su apoyo al equipo en Barcelona tras una doble paliza de viaje en autobús. Por gente como ésa y también por los diez mil que tiene generalmente detrás el cuadro verde, merece la pena cada gota de sudor que derrama cada uno de los integrantes de la plantilla cajista.

Ha acabado esta temporada para el Unicaja, pero sus aficionados ya estamos deseando que comience la que viene. Y para empezar un plato fuerte, la disputa de la Supercopa Endesa en el Martín Carpena a principios de octubre, aunque eso aún queda muy lejos, de momento tan sólo queda decir, ¡¡¡Muchas Gracias!!!.

*Dani Romero es exjugador del Unicaja