A bote pronto, el sorteo de la Euroliga deparó ayer al Unicaja un grupo complicado, duro, que no te permite descuidos y en el que cualquier descalabro puntual te puede echar fuera del torneo. El problema es que tras dejar pasar las horas y revisar a conciencia los rosters de los equipos, el cuerpo se queda aún peor. No tuvo suerte ayer el Unicaja, por el nivel de sus rivales y los viajes tan largos -algunos con la necesidad de tomar dos conexiones- que obligarán a tener que pasar largas horas en el aeropuerto, sellar visados en Moscú y Tel Aviv, y jugar en pistas muy «calientes» de Estambul o Cerdeña.

El Unicaja quedó encuadrado junto al todopoderoso CSKA Moscú y al ex campeón, el Maccabi Tel Aviv, verdaderos cocos y con los que comparte cabeza de cartel en el Grupo D, a los que también se han adherido el campeón de Alemania, el Brose Basket; y el campeón de Italia, el Dinamo Sassari. Los dos fueron mejores este pasado curso que Bayern Múnich y EA7 Milán, por ejemplo. Cierra el grupo el Darussafaka Dogus, invitado por la competición, un nuevo rico de Turquía, con una ratonera como pista de la que escapar vivo será una verdadera proeza.

Los cinco, junto con el Unicaja, comparten un grupo en el que parece inviable ser campeón y en el que existe una tremenda igualdad en la «clase media-alta», especialmente entre malagueños y estambulíes. Buscar dos rivales peores que tú (¿Brose y Sassari?) y acceder entre los cuatro primeros es el gran objetivo cajista.

Viendo rivales, equipos -muchos están aún en construcción-, historial y presupuesto, sí que parece que el equipo malagueño es claro candidato, cuanto menos, a pasar al Top 16. Sobre todo porque, tras ver salir las dos primeras bolas del bombo, a todos se nos puso un nudo en la garganta y tuvimos la sensación de que podría haber sido muchísimo peor.

En honor a la verdad, del nivel cuatro podría haber salido Milan o Estrella Roja. Y el destino puso al Brose Bamberg, con menos empaque. Pero no será coser y cantar, eso desde luego. Especialmente porque los viajes, de los que Plaza no hace bandera pero que recuerda cada vez que tiene oportunidad ya que CSKA o Maccabi vienen en chárter, van a ser una lata. Sitios lejanos, fríos, visados, trasbordos y horas en autobús...

El CSKA Moscú, claro candidato al primer puesto, fue el primero en salir. En realidad, los dos «cocos» ya estuvieron con el Unicaja la pasada temporada, compartiendo también grupo en la Fase Regular. El equipo ruso formará seguro un equipazo y estará presente sí o sí en la Final Four, aunque hayan perdido este verano a Weems o Kaun, ambos con destino a la NBA. Se habla en Rusia que el recambio del pívot será un viejo conocido malagueña, Joel Freeland.

El Maccabi afronta una temporada de verdadera revolución, porque fracasó en su Liga y tampoco llegó a la Final Four. Ha hecho tres movimientos magníficos, incorporando al máximo anotador de la pasada Euroliga, el base Tylor Rochestie; al tirador americano Jordan Farmar; y al pívot más pretendido el verano, Trevor Mbakwe, que deja al Brose, campeón alemán.

Precisamente el cuadro teutón también está dentro del Grupo D, y esa pérdida le será muy dolorosa, porque Trevor Mbakwe ha dominado la pintura este curso. Andrea Trinchieri está fichando descartes del Bayern Munich y su último movimiento ha sido muy interesante, con el joven italiano Nicolo Melli, que deja Milán.

Pero la suerte cambió. En el bombo 5 podía salir el Cedevita, pero el que cayó fue el nuevo rico de Turquía, el Darussafaka Dogus. Invitados por la Euroliga, los estambulíes juegan en una caja de cerillas ruidosa y en la que siempre llenan. Con Oktay Mahmudi en el banco, ya se han reforzado con el base turco Ender Arslan (ex Galatasaray), el alero americano Reggie Redding (ex Alba), los pívots Oguz Savas (Fenerbahce) y Milko Bjelica (Efes). Mantienen a Lynn Greer, Lukas Gordon, John Shurna o Gasper Vidmar. Meterles mano va a ser muy complicado.

Del último bombo, los deseados eran los franceses (Estrasburgo o Limoges), pero el que salió fue el campeón de Italia, el Dinamo Sassari de Cerdeña. Tras debutar este año y derrotar en la final de la Lega al Emporio Armani, seguro que Sacchetti afronta su segunda temporada en la elite con más poso. Quieren repescar al excajista Caleb Green y acaban de fichar al exMaccabi Marquez Haynes.

Hecho ya el análisis del sorteo de ayer, celebrado en Barcelona, que cada uno saque sus conclusiones. Al Unicaja debe darle para colocarse entre los cuatro primeros, que aceden al Top 16, donde los verdes están sin interrupción en la última década. Pero ojito, porque cualquier descuido con los que vienen por detrás pueden mandarte a jugar la Eurocup.