­La cita es en Las Vegas. En la ciudad del «pecado» se unen durante 10 días jóvenes talentos y jugadores que buscan un contrato en la NBA. Allí, enrolados en las franquicias de la Liga, tratan de mostrarse a la NBA y al mundo. Porque hasta el estado de Nevada (EEUU) acude todo el que es alguien en el mundo del baloncesto europeo e internacional. Y el Unicaja, fiel a su cita, también ha acudido este año.

El director de scouting del club de Los Guindos, Manolo Rubia, está desde este fin de semana en Las Vegas para contemplar de cerca el mercado y estrechar lazos con representantes y la gente del mundillo de la canasta. Todos están en Las Vegas, en una especie de «Gran Bazar». Allí, precisamente, se han hecho muchos de los fichajes de los últimos años. Contrataciones millonarias o de menos relumbrón. Allí fichó el Unicaja a Marcus Haislip, por ejemplo. Y, de manera más reciente, a Earl Calloway o Will Thomas.

El mercado pasa estos días por la Liga de Verano de Las Vegas, donde, además, se hacen entrenamientos privados de agencias de jugadores y se van detallando informes para lo que pueda venir.

El Unicaja asiste esta vez con los deberes hechos. Joan Plaza ya tiene a sus «diez» jugadores fichados, a expensas de que fructifiquen las negociaciones con Marko Todorovic. A partir de ahí, ya sólo quedarán dos vacantes en la plantilla, y todavía no está claro qué se va a hacer. Si «tirar» de la cantera o volver a llamar a Germán Gabriel y Jon Stefansson. Esa cuestión se resolverá una vez que se concrete el fichaje del pívot.

En la estructura de la nueva plantilla llama poderosamente la atención un detalle. El club sólo ha ocupado una de las dos plazas de extracomunitarios que la normativa le permite tener. El pasado año fueron Ryan Toolson y Caleb Green. Ahora sólo está en nómina Jamar Smith. De esta forma, el equipo todavía podría contar con otro jugador americano.

La idea es la de dejar ese espacio libre. La temporada será larga y por Las Vegas, precisamente, pasan muchos jugadores que luego pueden interesar a la hora de contratar algún temporero por lesión o bajo rendimiento. La opción estará abierta, si es que llega. El club, por si acaso, hace los deberes.