Hace un mes y medio, cuando en Barcelona se llevó a cabo el sorteo de la fase de grupos de la Euroliga 2015/2016, quedó patente que el Unicaja no había tenido mucha suerte con sus rivales. Encuadrado en el Grupo D, le tocaron en suerte el CSKA, Maccabi, Darussafaka, Dinamo Sassari y Brose Basket.

Por nombres, aquel día pintaron bastos. Rusos e israelíes son siempre temibles y aspirantes a todo. Los turcos del Darussafaka son el nuevo rico del baloncesto otomano, un rival que nadie quería aquel día para su grupo. Y Sassari y Brose, los campeones de Italia y Alemania, por delante de los más favoritos EA7 Armani Milán y Bayern Múnich, respectivamente. En definitiva, cinco rivales de caché medio-alto sin la clásica perita (o peritas) en dulce de otras temporadas.

No fueron buenas noticias las de aquel 10 de julio, pero faltaba por saber cómo cada equipo iría montando sus plantillas a lo largo del verano. Hoy, a seis semanas para que arranque la liguilla ya podemos confirmar que lo que era una amenaza en julio es ya una realidad en agosto: la Euroliga exigirá esta temporada un sobreesfuerzo al equipo de Joan Plaza desde la primera jornada de la primera fase.

Nadie duda que estar en el Top 16 es una obligación para el Unicaja, pero el reto se vuelve más que complicado al ver que los Cedevita, Limoges, Chalon o Charleroi de otras temporadas esta vez o no están en competición o han caído en otros grupos. O sea, que quedar entre los cuatro primeros de este grupo D será más que complicado.

El Unicaja iniciará el 15 de octubre el decimoquinto año consecutivo su participación en la máxima competición por equipos del baloncesto continental. Será la noche del 15 de octubre, a las 20.45 horas, en la pista del Martín Carpena. El rival será el Brose alemán. Quizás, el partido menos difícil de los 10 que tendrá que jugar el equipo en esta primera liguilla.

Si echamos un vistazo a las plantillas que han «fabricado» los rivales del Unicaja en estas últimas semanas, el CSKA y el Maccabi son, a priori, los dos rivales más duros del cuadro verde. Justo igual que ahora hace un año, cuando rusos e israelís también fueron compañeros de viaje en la primera fase continental.

El CSKA ha vuelto a armar una plantilla con el único objetivo de ser campeón de Europa. La Euroliga se les resiste a los moscovitas, pero siguen apostando fuerte por levantar el trofeo más pronto que tarde. Otra vez con el griego Dimitris Itoudis en el banquillo, el excajista Joel Freeland es su gran fichaje veraniego. Si le unimos a Jackson, Teodosic, De Colo, Vorontsevich, Khryapa y compañía... pues eso. Aspirante número uno a campeón de este grupo D.

El Maccabi está todavía por construir en su juego interior, pero parece decidido a volver a optar al título, que ganó hace un par de temporadas. Tienen nueva pareja de bases, quizás la de más talento de Europa: Rochestie-Farmar. También han reclutado en el mercado un excajista, Vitor Faverani, y a uno que no ha jugado nunca en Málaga, pero por el que el club cajista ha optado estos dos últimos años: Trevor Mbakwe. En definitiva, otro equipazo que estará sí o sí en el Top 16.

El Darussafaka turco era un rival que nadie quería en el sorteo del pasado mes de julio. Invitado por la Euroliga con una wild card podría parecer un equipo de relleno, pero nada más lejos de la realidad. Los otomanos, manejados en los despachos por el mítico escolta internacional turco Ibrahim Kutluay, manejan un presupuesto de primer nivel y su objetivo mínimo es estar en la segunda fase. Habían «pescado» en el mercado estival jugadores de caché como Reggie Redding, Milko Bjelica o el exValencia Basket Luke Harangody. Sus dos últimos movimientos son todavía más llamativos y más glamurosos. Emir Predlzic (ya confirmado) y Semih Erden (todavía no oficial). Los dos procedentes del Fenerbahce. A todo esto hay que añadirle que tienen una afición muy fiel que hace de su cancha una ratonera en la que ganar un partido no será fácil para nadie. Ojito con ellos, que serán el segundo rival que visite este curso continental el Martín Carpena, la tercera jornada, el viernes 30 de octubre. Apuntan alto, pero la Euroliga nunca es fácil para un club novato.

El Dinamo Sassari italiano vuelve a la Euroliga tras una participación decepcionante la temporada anterior, en la que no pasó de la primera fase, después de sumar solo una victoria en 10 jornadas. Con un grado más de experiencia, también parecen preparados para dar el salto a la segunda liguilla. Vigentes campeones de la LEGA, han revolucionado su róster en busca de la calidad necesaria no solo para competir en Italia, también para ser aspirantes a cosas importantes en Europa. Dos exMaccabi como Joe Alexander y Marquez Haynes, el exOlympiacos Brent Petway -quizás su fichaje más mediático- o el atlético Christian Eyenga han llegado estas últimas semanas al equipo sardo. También viste la camiseta del Dinamo el exBaskonia David Logan. Dirigidos desde el banquillo por Romeo Sachetti, parecen rival directo del Unicaja por las dos plazas vacantes que CSKA y Maccabi dejarán libres camino de la segunda fase.

A priori, el BROSE alemán parece el rival más débil. Pero cuidado con ellos. Siempre que han jugado la Euroliga han sido un equipo competitivo. Eran quizás los que menos se habían movido en el mercado, pero sus dos últimos movimientos son de mucho nivel: Nikos Zisis y Yadsin Idbihi. También han fichado desde el EA7 Armani Milán a Nicolo Melli. Los alemanes ya saben lo que es jugar Top 16 y lucharán seguro hasta el último instante por volver a estar ahí.

No cabe duda de que estamos ante la Euroliga más exigente que se recuerda para el Unicaja. El espectáculo cada jueves y viernes en el Martín Carpena está asegurado porque el margen de error será mínimo. El equipo de Joan Plaza está capacitado, seguro, para volver a estar entre los 16 mejores. Pero ojito. Esta vez habrá que hacer un sobreesfuerzo.