Jamar Smith se ha salido con la suya. Quería jugar en un grande de Europa y lo ha conseguido. Ayer lo contaba él mismo en la rueda de prensa de su presentación como jugador verde. «Siempre he querido jugar en equipos de primer nivel y sé que Unicaja lo es y quería formar parte de él. Decidí venir porque cuando jugamos el año pasado contra ellos en la Euroliga me encantó su estilo de juego y me imaginaba jugando de esta forma, que se adapta a mis cualidades».

El nuevo francotirador al servicio del Unicaja es un buen ejemplo de luchador que persigue sus metas ante cualquier adversidad. Smith tiene una historia complicada detrás por culpa de los excesos con el alcohol en su juventud. Cuando jugaba en la Universidad de Illinois sufrió un grave accidente en estado ebrio, en el que estuvo a punto de perder la vida su acompañante. Pasó 15 días en la cárcel y salió con la condición de no probar ni una gota de alcohol en dos años. No lo cumplió y perdió la condicional estando seis meses en prisión. Expulsado de Illinois se marchó a la Universidad de Southern Indiana, donde cambió su vida tras el nacimiento de su hijo Makhi. Dejó atrás esa fase de su vida y se convirtió en un hombre nuevo, muy católico, activista en favor de la comunidad y centrado cien por cien en el baloncesto.

Ayer, acompañado por Carlos Jiménez, que ejerció de anfitrión, el nuevo escolta del Unicaja acudió a la sala de prensa del Carpena tras tres horas de entrenamiento físico.

A la hora de definirse como jugador, Smith dio varios datos de sí mismo. «Soy un jugador con mucha energía. Me gusta cambiar el ritmo del partido, soy un tirador, muy duro en ataque y también en defensa. Soy un buen compañero y trato en la pista de ayudar a hacer mejor a todo el mundo».

Smith, jugando para el Limoges, coincidió el año pasado en Francia con Edwin Jackson (Villeurbanne), el compañero que más conoce del equipo costasoleño. «Conozco a Jackson de Francia. Es un gran jugador todoterreno, puede atacar y defender, se crea sus tiros... Va a ser un gran compañero».

En sus primeros días en Málaga ya tiene buenas sensaciones respecto al equipo. «Hoy -por ayer- ha sido el primer día que he compartido trabajo con mis compañeros, pero veo muy buen feeling. Todos han intentado ayudarme, traduciendo y contándome cómo funciona todo€».

El nuevo jugador verde confirmó la polivalencia que el club piensa que tiene para jugar de escolta y de base, factor que ha sido muy importante a la hora de apostar por él en este mercado veraniego. «Me siento cómodo jugando con balón y sin balón. Ya jugué de base en mi segundo año en Europa y mejoré en ese aspecto. También lo hice en algunos momentos puntuales de la temporada pasada. Tengo confianza en poder hacerlo bien si es necesario», aseguró.

Para rematar la rueda de prensa, Smith explicó por qué ha elegido el número 15. «El número favorito de mi mujer es el 5, pero como aquí está retirado, me decidí por el 15».

Carlos Jiménez aprovechó la comparecencia para hacer una valoración de la plantilla. A pesar de haber cambiado medio equipo, dando la baja a seis jugadores respecto a la pasada campaña, el secretario técnico se mostró contento por los «mínimos cambios». «Hemos conseguido seguir la línea que nos propusimos en la elaboración de este proyecto: por un lado, hacer los mínimos cambios posibles salvo los obligados, y por otro lado en todos los cambios mejorar lo que teníamos. En general, la satisfacción es grande. Casi siempre hemos podido llegar a las primeras opciones que pretendíamos y, en un algo porcentaje, estamos muy satisfechos con el grupo que se ha conformado».