La historia, los números y las cifras sirven de muy poco cuando empieza el partido. Pero sí que ayudan a realizar una aproximación al encuentro, una idea de lo que está por venir. Los mismos entrenadores se nutren de vídeos, imágenes y estadísticas para tratar de conocer mejor al rival y realizar una correcta presentación a su plantilla de lo que tiene entre manos. Y los números, en este caso, no engañan y dicen que el Dinamo Banco de Sassari Cerdeña se presenta en Málaga como el «mejor» rival posible. Luego, en la cancha, cualquier equipo te puede ganar. Porque delante del Unicaja estará mañana viernes el vigente campeón de la Lega italiana. El Sassari fue capaz de derrotar el pasado curso al Emporio Armani Milan en la gran final de la competición por 4-3 en un play off a siete partidos. Uno de los cruces más apasionantes de toda la pasada temporada.

Sin embargo, el conjunto de Cerdeña jamás ha ganado un partido de Euroliga lejos de su isla. Nunca ha volado de vuelta a casa con la agradable sensación del triunfo. Jamás ha tenido que dejarle sitio a la victoria en el avión de regreso. El equipo italiano afronta su segunda temporada en la máxima competición continental, en la que debutó el pasado año. Sólo pudo ganar un partido en la Fase Regular que es, hasta el momento, su única alegría en Euroliga. Porque este curso ha perdido los tres partidos que ha disputado, tanto en casa como a domicilio. El rival del Unicaja, por lo tanto, llega a Málaga con una única victoria europea como tarjeta de presentación.

El Unicaja, en su dilatada historia en el torneo continental, ha logrado ya 140 triunfos. La diferencia es notable. Y es que los malagueños han disputado la friolera de 282 encuentros en su periplo en Euroliga, donde afrontan su decimosexta temporada, las últimas 15 consecutivas. En total, el Unicaja ha ganado fuera del Carpena 51 choques de los 141 que ha disputado hasta el momento.

No juega la historia, evidentemente. Pero sí que debe pesar semejante bagaje. Los hombres que adiestra el italiano Romeo Sachetti -que ya estuvo en el banquillo el pasado curso- no saben lo que es ganar a domicilio en Euroliga. El pasado curso cayó en sus cinco salidas: Zalgiris (80-79), Anadolu Efes (85-62), Real Madrid (115-94), Nizhny Novgorod (88-86) y Unics Kazan (85-62). Quedó eliminado en la Fase Regular.

Este curso, el conjunto de Cerdeña ha tenido un calendario malísimo. Se estrenó en la pista del Darussafaka Dogus de Estambul, con derrota por 83-74. Eso sí, el Dinamo Sassari estuvo la mayor parte del partido por delante en el electrónico y pudo haber ganado el choque. El equipo turco fue siempre por detrás en el electrónico y tuvo incluso que forzar la prórroga (66-66). En el tiempo extra, el Sassari se desfondó y no pudo hacer nada, perdiendo 83-74.

El equipo tuvo que viajar a Tel Aviv en la tercera jornada, y pagó la furia del Maccabi, que había caído en la jornada anterior ante el Unicaja. Los macabeos vencieron en La Mano de Elías por 79-63. Otra salida saldada con derrota. Siete partidos disputados a domicilio en Euroliga y siete decepciones.

La historia del Sassari en la mejor competición es compleja, ya que el equipo sólo ha logrado un único triunfo en, hasta ahora, los 13 encuentros que ha disputado: 10 de la Fase Regular del curso 2014/15 y los tres de la presente campaña. Su única victoria llegó para el Dinamo en una fecha histórica, el 14 de noviembre de 2014, cuando venció al Zalgiris Kaunas.

El resultado fue de 92-80. Y es que el cuadro italiano llegó al último cuarto perdiendo 60-64. Pero un último parcial espectacular les llevó al, hasta ahora, única victoria de su trayectoria en Euroliga. Esperemos que el sábado, cuando regrese a Cerdeña, mantenga su nefasta racha a domicilio.