El inglés Morayo Soluade lleva ya un par de semanas apartado de los entrenamientos, tanto del Unicaja como del Clínicas Rincón. El jugador ha estado más de un mes quejándose de fuertes dolores en la espalda que le impedían jugar e incluso hacer vida normal. Casi no podía sentarse debido al dolor que sufría en la zona. A pesar del trabajo de los fisioterapeutas del club, el dolor no remitía, por lo que se decidió que fuera sometido a una resonancia magnética.

Tras la prueba, el doctor José Nogales le diagnosticó una hernia discal en la L-5, que le mantendrá alejado de las pistas alguna semana más. El base-escolta ya fue baja para el encuentro del pasado fin de semana en Cambados y tampoco va a viajar a Valladolid, donde el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón se mide este próximo domingo al mediodía a uno de los históricos del básket español, ahora en la LEB Plata.

Soluade está al margen del grupo que dirige Paco Aurioles y sólo se trata con los fisios y hace trabajo de fortalecimiento de la espalda en el gimnasio. Está siguiendo ahora un tratamiento conservador, ya que los servicios médicos del Unicaja no piensan que necesite una intervención quirúrgica.

La próxima semana, dependiendo de la evolución de la lesión lumbar, ya podría incorporarse al trabajo con el grupo en Los Guindos. Pero no se quiere forzar. «Mo» es un jugador de vital importancia en este Clínicas Rincón en LEB Plata y es uno de los proyectos de mayor futuro en el Unicaja. El club le renovó con un contrato muy largo, ya que tiene mucha fe en sus posibilidades. El británico realizó la pretemporada con el primer equipo y, junto a Kenan Karahodzic y Cristian Uta, es de los jóvenes que habitualmente trabaja en el primer equipo.

Necesita crecer mentalmente para dar un paso al frente en sus aspiraciones y en su crecimiento como jugador. Ahora estará unas semanas en la enfermería. Un tiempo en el que debe centrarse en mejorar como jugador y demostrar todo lo que se espera de él.