El Martín Carpena se prepara para vivir mañana a las 21 horas un «clásico» de la Euroliga, pero también un partido «especial» por muchos motivos. Por encima de lo que hay en juego en lo estrictamente deportivo o de esas medidas de seguridad especiales que rodean el duelo entre cajistas y macabeos, el partido servirá como plataforma de reivindicación para la afición cajista, enfadada con la Euroliga al conocer que el equipo de Los Guindos no entra en sus planes de futuro, en el nuevo sistema de competición que regirá la máxima competición continental a partir de la próxima temporada.

Y es que será la primera vez que el Unicaja juegue un partido en el Martín Carpena desde que hace un par de semanas se dieron a conocer los nuevos planes que maneja la Euroliga para su competición. Desde entonces, el equipo de Joan Plaza ha jugado dos partidos a domicilio, ante el CSKA y el Brose. Mañana será cuando la Euroliga regrese al Carpena y la afición ha comenzado a movilizarse para recibirla como se «merece».

La Peña Fondo Verde, una de las que más anima en el Palacio, es la que ha tomado la iniciativa para preparar distintos actos reivindicativos que se realizarán antes y durante el partido frente al equipo de Tel Aviv.

Está previsto, por ejemplo, exhibir varias pancartas con lemas y dibujos alusivos al enfado que la grada cajista tiene por la decisión de Bertomeu de no contar con el Unicaja para la nueva Euroliga. El propio Bertomeu será protagonista de alguna de esas pancartas, que se tienen previsto colocar en sitios estratégicos para que las cámaras de televisión las puedan captar y así la denuncia llegue a todas las partes del continente.

Una treintena de seguidores de la propia peña lucirán unas camisetas con el hashtag #MalagaEsDeEuroliga, un eslogan que ha calado mucho entre los aficionados desde que la Euroliga emitió su comunicado de hace un par de semanas.

También está previsto que la grada pite el himno de la Euroliga cuando suene en los prolegómenos del choque, ya con los cincos iniciales de ambos equipos sobre el parqué, junto a los árbitros, para empezar a jugar.

Ayer seguían los peñistas trabajando en más ideas para realizar y en canciones alusivas a la situación en la que ha quedado el Unicaja, para entonar a lo largo del partido.

El ambiente parece que va a ser el de las grandes ocasiones. Quizás no se llene el Palacio, pero faltará muy poco. Anoche, con todavía 48 horas por delante para la hora fijada para el inicio del duelo entre verdes y amarillos, ya solo quedaban poco menos de 1.600 entradas por venderse. Incluso en dos zonas del Palacio, Canasta Lateral y Vip Pista, ya se había colgado el cartel de «No hay billetes».

Se espera que a lo largo de hoy y mañana los aficionados se sigan sumando a la «causa» y que el Carpena roce el lleno en un partido que, no hay que olvidar, puede suponer el pase matemático del Unicaja a la segunda fase y la eliminación virtual del Maccabi de la Euroliga, lo que le obligaría a competir a partir del próximo mes de enero en la Eurocup.