No será nada fácil sumar hoy el segundo triunfo del Top 16 para el Unicaja. El Cedevita croata es un lobo disfrazado de corderito que tiene muy poco nombre en el panorama europeo, pero que ha demostrado este curso ser un equipo descarado y capaz de casi cualquier cosa. Es, por otro lado, lo lógico cuando se juega una competición como la Euroliga, que siempre hay un rival al otro lado de la pista dispuesto a amargarte el día.

La cita contra los de Zagreb es importantísima. A nadie se le escapa que este Top 16 europeo se va a decidir por detalles mínimos y en esta tesitura es evidente que el que sea capaz de ganar cada partido que juegue ante su afición tendrá muy cerca el pase a cuartos de final. Esta liguilla de la segunda fase continental parece muy larga, pero las 14 jornadas se pasan luego en un pis-pas y lo que no haces «hoy» es muy difícil recuperarlo «mañana».

El Unicaja afronta la «eurocita» en medio de sus cuentas de la lechera para ir a la Copa del Rey. Pero el objetivo de ir a A Coruña tiene que quedar hoy a un lado porque Europa tampoco espera a nadie y hay que ganar sí o sí al equipo croata, subir a la clasificación el 2-1 y ver si en las otras canchas los resultados de terceros «ayudan» para ir así allanando el camino.

Joan Plaza afronta el partido con toda su gente en condiciones, a excepción de Stefan Markovic, lesionado de larga duración. La sinusitis de Kuzminskas ha pasado a mejor vida, Cooley dio muestras ante el Obradoiro de que puede ser más útil de lo que se ha visto hasta ahora y DeMarcus Nelson sigue progresando adecuadamente en su proceso de adaptación. Con los escoltas algo más entonados, solo Nedovic parece ahora el jugador por «enchufar» en un plantel que sin jugar nada bien, sí es verdad que ha mejorado su imagen en los últimos partidos.

No hay duda de que el Unicaja es favoritísimo esta noche. Pero ¡ojito!, este Cedevita no tiene nada que perder, tiene un cinco inicial muy potente, juega con descaro y aunque no tenga un fondo de armario tan amplio como el del Unicaja, si tiene un buen día es capaz de ganar en casi cualquier pista del Viejo Continente.

La verdad es que Veljko Mrsic está haciendo un gran trabajo al frente del equipo de Zagreb. El exjugador cajista se curte en el campeón de su país a la espera de «saltar» a un club de más pedigrí. Con una mezcla de veteranía y juventud, con tres americanos rodeando a ocho jugadores locales y a un bosnio, y con el excajista Luka Zoric como cara más conocida, el Cedevita vive su época dorada en la Euroliga, en su segundo año en la máxima competición continental.

Como demostró la semana pasada en Estambul, es un equipo de rachas, con más espíritu ofensivo que defensivo, con mucho descaro y con «ganas» de seguir dando que hablar en Europa. Saben que pasar a cuartos para ellos es casi una utopía, pero van a dar guerra hasta el final. Tiempo al tiempo.

En el desfile de «jugadorazos» que cada partido europeo muestra la pasarela del Carpena a la «marea verde», hoy aparece un pívot sin mucho nombre, pero con una clase descomunal: Miro Bilan. Su carrera se ha ligado estos últimos veranos con el Unicaja, entre otros muchos equipos europeos. Con el 15 a la espalda, será una de las principales amenazas del equipo rival.

La cita es a las 20.45 horas. Es de esperar que el Martín Carpena esté a la altura de las circunstancias. El equipo necesita a su afición. La Euroliga es muy dura y requiere el esfuerzo de todos: equipo y afición.