La «Basketball Champions League», la competición que va a crear la FIBA, dio ayer el paso más sólido para formalizar su creación. En la reunión celebrada en Londres se dio a conocer que los clubes de Francia e Italia disputarán solo las competiciones organizadas por la FIBA a partir de la próxima temporada, por lo que ni galos ni italianos participarán ni en la Euroliga ni en la Eurocup.

El baloncesto europeo y muchos de los clubes que están en contacto con la FIBA, como el Unicaja, esperaban desde hace tiempo este primer paso. Menos palabras y declaraciones de intenciones, y más hechos y nombres sobre la mesa. Y ya los hay. Salvo el Emporio Armani Milan, que tiene un contrato firmado con la Euroliga por 10 temporadas, al igual que otros diez equipos poseedores de la famosa «Licencia A», los demás equipos italianos y franceses respaldan la futura «Basketball Champions League».

La competición ha de seguir dando pasos en su construcción y consolidación, y su meta ahora es seguir recabando apoyos. En el encuentro de ayer en Londres participaron representantes de las Federaciones nacionales de Francia, Alemania, Grecia, Italia, Rusia, España y Turquía, junto al vicepresidente de la FIBA y responsable para Europa de dicha organización, Turgay Demirel, y a su secretario general, Patrick Baumann.

En la nota enviada por la FIBA se explica que estas dos federaciones apoyan el proyecto de crear la Liga de Campeones de baloncesto con el «objetivo de proteger los campeonatos nacionales y fortalecer el desarrollo del baloncesto continental». La FIBA destaca que Francia e Italia han confirmado que sus clubes participarán «sólo» en las competiciones organizadas conjuntamente por la FIBA y las diferentes ligas nacionales, y confía en que otros países le sigan por ese camino.

La FIBA ya les ha trasladado a las diferentes federaciones y ligas que está dispuesta a compartir con ellas partes de sus ganancias, esperando una respuestas de ligas que están organizadas por sus propias federaciones, tales como las de Turquía y Rusia. Las dos son, además, las que reúnen a clubes con mayor capacidad económica. No hay que olvidar que en la nueva Euroliga, sólo hay tres equipos de estos países con una plaza garantizada: CSKA Moscú (Rusia) y Anadolu Efes y Fenerbahce (Turquía).

También pretende la FIBA contar con el apoyo y la participación de Alemania, otro de los grandes mercados actuales, con muchísimo margen de crecimiento. El problema es que Jordi Bertomeu y su Euroliga le han prometido al Bayern Munich que la primera plaza vacante de una Licencia A será para ellos. Y es que la competición alemana no cuenta con ningún equipo con ese privilegio.

La Euroliga, además, no ha decidido aún cómo van a repartirse tres de las otras cinco plazas, a qué campeones de liga va a ofrecer un puesto. Para ello, la ULEB se reunió hace un mes con las diferentes ligas y federaciones, sin alcanzarse ningún tipo de acuerdo.

En ese caldo de cultivo quiere pescar la FIBA, que mantiene contactos con el Unicaja. La Opinión ya informó en su día que el consejo de administración del Unicaja aprobó entablar contactos con la FIBA, ya que la Euroliga había dificultado hasta el extremo la participación del equipo malagueño, por lo que no se descartaba nada.

El propio organismo ha citado al Unicaja a una próxima reunión, con otros muchos clubes interesados, para explicarles detenidamente el modelo así como el reparto económico. El Unicaja ha aceptado la invitación y está a expensas de que se produzca esa reunión, en las próximas semanas. Y es que la FIBA va incluso a poner en marcha una empresa encargada de comercializar la nueva competición. Su intención es presentar oficialmente la Liga de Campeones en París el 20 ó 21 de marzo próximo.

La FIBA propuso el pasado 3 de noviembre a la Euroliga asociarse al cincuenta por ciento para crear a partir de la temporada 2016-2017 esta Liga de Campeones, cuya propiedad, administración y dirección sería compartida a partes iguales. Los equipos participantes tendrían garantizados 30 millones de euros a repartir por temporada y dispondrían de poder de decisión sobre los asuntos importantes relacionados con la nueva competición.

La Euroliga precipitó los acontecimientos y dio a conocer su nuevo formato, con sólo 16 equipos. El Unicaja no tendría sitio y el club no quiere ni oír hablar de la Eurocup, ya que la Euroliga ya le ha comunicado que no repartirá dividendos, algo que perjudica gravemente los intereses del club.