Ni Euroliga ni FIBA. La ACB no tomó esta tarde ninguna determinación en el conflicto que dividirá a partir de la próxima temporada el baloncesto continental en dos. La Asamblea General celebrada en Barcelona -con presencia del presidente y del gerente del club cajista, Eduardo García y Ángel Bordes, respectivamente- decidió aplazar su decisión hasta que ambos proyectos estén más definidos.

La Liga ACB emitió a media tarde un comunicado que aclara poco el panorama y mantiene la incertidumbre: «Una vez analizados y debatidos los proyectos, los clubes han tomado la decisión de aplazar su posicionamiento final hasta conocer la evolución y concreción total de los mismos en las próximas fechas», dice la nota, que explica que el presidente de la competición, Francisco Roca «ha detallado la problemática actual de ambas propuestas y las principales líneas de trabajo de los dos proyectos».

El caso es que los clubes ACB conocieron lo que puntualmente ha venido informando durante las últimas semanas La Opinión de Málaga respecto a los proyectos que pretenden realizar tanto la Euroliga como la FIBA.

Como ya se ha informado, la nueva Liga de Campeones de la FIBA contará, en su Fase Regular, con 32 equipos que accederán a la competición por méritos deportivos y disputarán eliminatorias de ida y vuelta antes de acceder a la Final a Cuatro que decidirá el campeón.

La Federación Internacional cuenta ya con el compromiso de trece ligas. Algunas de ellas, como Francia, Italia, Turquía, Grecia, Israel, Bélgica, República Checa, Lituania y Polonia han anunciado que todos sus equipos jugarán las competiciones de la FIBA, con excepción de los que ya tienen firmado contrato con la Euroliga.

La competición que dirige Jordi Bertomeu, en cambio, reducirá la participación de los 24 equipos actuales a solo 16. Once de ellos, entre los que se encuentran el Barcelona Lassa, el Real Madrid y el Laboral Kutxa, tendrían plaza fija, mientras que otra plaza sería para el campeón de la Eurocup, otra para el campeón de una Fase Previa y otras tres irían destinadas a tres campeones de sus respectivas ligas domésticas, aún no decididas, pero entre las que no cuenta en ninguna quiniela la Liga Endesa.

Los dieciséis equipos de esta nueva Euroliga jugarían en la modalidad de todos contra todos y los ocho mejores se enfrentarían en un play off de cuartos de final, antes de jugarse el título en la ya clásica Final Four.

Ante esta situación, en la que la Euroliga no le da al baloncesto español lo que ya tenía (perdiéndose la plaza que estas últimas 15 temporadas ha tenido el Unicaja) y teniendo en cuenta también que la oferta económica de la FIBA de poco más de dos millones de euros a repartir entre todos los participantes no les termina de convencer, la indefinición del Unicaja y el resto de los clubes de la ACB puede ir para largo. Es más, es muy probable que la FIBA presente su Basketball Champions League el 20 y 21 de marzo sin contar con los clubes españoles a la espera de una decisión final consensuada del baloncesto español al terminar la presente campaña.

Según asegurabaEl Confidencial, hay una opción que puede desbloquear la situación: que la Euroliga recule y dé una plaza más a la ACB en su nueva competición. En ese caso, según asegura este medio, se decantaría la balanza por la competición dirigida por Bertomeu.

La posición de los clubes españoles, por ahora, no es unánime ni parece que vaya a serlo. Real Madrid, Barcelona y Baskonia, con Licencia A asegurada, van por un lado. Hay otros clubes que se inclinan más por la oferta de la FIBA y otros que apuestan por seguir en la órbita de la Euroliga, aunque sea compitiendo en la Eurocup. ¿El Unicaja? pues depende del proyecto deportivo final y también del reparto de dividendos que unos y otros cierren con sus respectivos sponsors.

El caso es que sólo faltan cuatro ligas por decir en qué competición participarán la próxima temporada: la propia ACB, la alemana, la rusa y la adriática, las cuatro a las que tratan ahora de seducir FIBA y Euroliga, cada una por su lado.

Lo cierto es que en mes y medio está prevista la presentación de la nueva Basketball Champions League en París, lo que escenificará la escisión del baloncesto continental de forma definitiva. Las semanas que quedan ahora por delante hasta que llegue ese momento son cruciales para saber dónde jugará el Unicaja.