El Martín Carpena ha estallado hoy y ha despedido al Unicaja con una sonora pitada, tras su cruel derrota ante el UCAM Murcia, por 79-90. Los malagueños, que sólo han ganado un triste partido en todo el mes de febrero, han vuelto a caer este mediodía, dando una imagen indigna, de equipo venido a menos, sumido en una profunda crisis de identidad.

A falta de tres minutos para el final ya comenzó a desfilar el Carpena. Cuando acabó el partido hubo una sonora pitada al equipo, en un momento muy delicado. El entrenador, Joan Plaza, está perdido, y los pitos fueron el epitafio a un domingo en el Carpena horrible, en el que el Unicaja no dio la talla, con una derrota muy lamentable. Los pitos fueron la consecuencia del malestar de la afición malagueña.