El Unicaja ha hecho números y no les cuadran. La contratación de Marko Todorovic se escapa del presupuesto del club, porque el pívot montenegrino, por boca de su agente, Ígor Crespo, quiere mantener las condiciones firmadas con el Khimki ruso, club con el que tiene firmado lo que queda de temporada y dos años más, a razón de 700.000 y 800.000 euros libres de impuestos en los dos siguientes cursos. El Unicaja sí está dispuesto a sufragar lo que le resta de temporada y hacer un esfuerzo para pagar una parte de su contrato del año que viene. Pero el Khimki, que tiene al pívot montenegrino sin ficha ni en la VTB League ni en la Euroliga, no está dispuesto a pagarle su contrato para que rescinda. Está dispuesto a mantenerle en nómina, a la espera de que pueda entrar en el equipo en caso de alguna lesión, y no quiere abonarle un millón largo de euros para que se vaya.

El jugador tampoco quiere perder ese dinero. Aunque no está nada cómodo con su situación, sabe que tiene firmado el contrato y el Khimki debe respetárselo. Aunque ni siquiera se pueda vestir de corto, como sucedió en el encuentro de ayer entre el Lokomotiv Kuban y el Khimki (94-81). La normativa en la VTB League (competición que reúne a equipos de la extinta Unión Soviética) sólo permite inscribir a siete jugadores extranjeros. Y entre los clubes de la competición que también disputan la Euroliga existe un acuerdo verbal para inscribir a los mismo jugadores en los dos torneos. En esta tesitura, Todorovic, de 2.10 metros y 23 años, sigue sin sentarse ni siquiera en el banco.

Antes de que Rimas Kurtinaitis prescindiera de él, jugó 15 partidos en la VTB League, con 8,4 puntos, 4,1 rebotes y 10,4 de valoración. Pero ahora no tiene sitio para el técnico lituano, que trata al jugador como uno más en los entrenamientos, aunque luego no cuenta con él. Y entre que el Khimki no quiere pagar un «pastizal» por su rescisión y que el pívot desea cobrar su contrato al completo, las opciones del Unicaja han disminuido en las últimas horas.

El club no quiere cerrar esta puerta definitivamente, pero continúa explorando el mercado y dialogando con diversos agentes en busca de un pívot que ayude a llegar a los play off y que sustituya a Richard Hendrix, que se marcha al Maccabi Tel Aviv. Hay muchos frentes abiertos en este sentido y, aunque el club quiere cerrarlo pronto, no hay excesiva urgencia. No hay avances con Dimitrios Mavroeidis, pívot del AEK Atenas, de 2,10 metros, ex de Bilbao. El presidente del club, Makis Aggelopoulos, sigue fuera de la ciudad y no va a dar facilidades para liberar a un jugador sin demasiado pedigrí, pero que sí podría ayudar.

El partido de Barcelona ha dejado diversas lecturas en el seno de la entidad. Una de ellas es que Jack Cooley, con minutos y confianza, puede ser un jugador eficaz. Fran Vázquez brilló a un gran nivel y Will Thomas puede echar una mano de «cinco». Los rivales directos del Unicaja van a ser ahora la clase media-baja de la ACB, equipos sin pívots de gran envergadura, por lo que se explora el mercado con los ojos bien abiertos.

Nik Caner-Medley. ¿Y qué tipos de jugadores se busca? Un cinco comunitario que ayude bajo los aros, que vaya bien al rebote, que conozca, a poder ser, la Liga ACB, y que pueda incorporarse de inmediato. Tampoco se descarta un jugador un poco más pequeño. Y hay uno en el mercado que se adapta como un guante a la petición cajista: Nik Caner-Medley. El ala-pívot de 2,03 metros y 32 años, con pasaporte europeo, ya jugó en Málaga hace dos años, con un rendimiento sensacional, aunque con sus consabidos problemas físicos. Caner-Medley se encuentra en una situación idéntica a la de Kenny Hayes, con problemas de impago, y podría romper su contrato y venir gratis. La pasada temporada se agravó su problema en la rodilla, pero este año está jugando con mucha regularidad, con 18,7 puntos (44% en triples), 7,9 rebotes y 21 de valoración en 31:53 minutos en el Astana. El jugador estaría encantado por regresar a Málaga.

El mercado está muy cerrado en estos momentos, con todos los jugadores con contrato garantizado hasta final de temporada, y el Unicaja está en estos momentos en manos de los agentes que dominan el mercado, porque la intención del club es la de no pagar ni un euro por indemnizaciones.

Durante la semana se irá avanzando en el nombre del pívot, ya que con la extrema dificultad de llegar a un acuerdo satisfactorio con Marko Todorovic, el club debe pensar los otros nombres que tiene sobre la mesa.