Jordi Bertomeu tiene sus propias reglas. Se adapta al momento, se desdice, construye y rehace. El máximo responsable de la Euroliga, atosigado por la FIBA, que no deja de recabar apoyos, ha iniciado una gira esta semana por Los Balcanes. El jueves vio el partido del Unicaja en Zagreb, ante el Cedevita. Y ayer se marchó a Belgrado, donde ofreció una conferencia de prensa previa al partido del Estrella Roja, en el que reinventó, otra vez más, la nueva Euroliga 2016/17. Ya no habrá una fase de clasificación previa (la mayoría de federaciones se van con la FIBA) y tampoco una invitación, sino que cuatro ligas tendrán plaza directa para la Euroliga, entre ellas, la Liga Endesa.

«No pensamos en dar invitaciones. Estamos pensando en una estructura con unos clubes que han estado en los últimos años en lo más alto, con grandes ligas. Habrá 16 equipos en la competición, con las mejores ligas de Europa tras ver qué ha sucedido en los últimos años: la VTB League, las ligas de España y Alemania, y la Liga Adriática, que son las más fuertes», dijo ayer en Belgrado.

Es decir, Bertomeu le ha dado al Unicaja una motivación, un objetivo real, una meta. Y es que el campeón de la Liga ACB tendrá una plaza directa para disputar la próxima edición de la Euroliga. Es decir, el mejor equipo del torneo español jugará la máxima competición continental. En caso de que uno de los tres equipos con Licencia A (Real Madrid, Barcelona o Baskonia) queden en los primeros puestos, el siguiente tendrá un sitio garantizado, según explicaron fuentes de la Euroliga a La Opinión. Así, habrá cuatro clubes españoles en Euroliga.

El Unicaja vuelve a recuperar sus opciones de poder jugar la próxima edición de la Euroliga, aunque para eso debe meterse en los play off por el título y quedar por delante de Valencia, Gran Canaria o cualquier otro equipo que no sea Real Madrid, Barcelona y Baskonia. Y es que Bertomeu ha roto en Belgrado con todo lo que había dicho hasta ahora. Mantiene su idea de crear una Euroliga con 16 equipos, con 11 Licencias A (los clubes que ya estaban anunciados), pero a partir de aquí se carga esa ronda de calificación que se anunció y tampoco dará un wild card, como se ha venido especulando, al Darussafaka.

Las otras cinco plazas serán, además de para el campeón de la Eurocup, según señaló ayer Bertomeu, para el campeón de la ACB, de la VTB League (que reúne a clubes de la extinta Unión Soviética y países del Este), la Liga Adriática y la Liga de Alemania.

Por cierto, que si el campeón de la Eurocup es un club que posee la Licencia A -el Emporio Armani puede ganarla- no jugará la Euroliga el subcampeón, sino que se convertirá en una wild card que la Euroliga dará a su antojo.

Todo esto que ha anunciado es una declaración de intenciones, ya que únicamente ha firmado un acuerdo por tres años para que la VTB League tenga una Licencia B. Ni la ACB ni la Liga Adriática -con la que ayer se reunió en Belgrado- ni la Liga de Alemania han cerrado un acuerdo ni han firmado con la Euroliga.

Se abre para el Unicaja una ventana, la de la Euroliga, que estaba totalmente cerrada. La máxima competición continental ha tenido que dar un volantazo -otro más- en pleno viaje. La FIBA le ha comido el terreno. Las federaciones y ligas de casi toda Europa se han aliado con la FIBA. Alemania, Francia, Italia, Turquía, Grecia, Israel o Lituania se han posicionado con la nueva Basketball Champions League. La ACB aún no ha dado un paso al frente y en Alemania se avecina un cisma. La Euroliga trata de torpedear a la FIBA, explosionar su presentación de París. El Unicaja, que estaba por la labor de mudarse al nuevo torneo, tiene ahora un motivo por el que luchar.