J­oan Plaza y el Unicaja llevan metiendo presión a Stefan Markovic desde hace ya algún tiempo. El base serbio, «capitán general» del equipo, según palabras del propio técnico, lleva hoy 102 días de baja tras su fractura del peroné, una lesión por la que fue intervenido quirúrgicamente el pasado 21 de diciembre y para la que se le diagnosticó una recuperación de 90 días. Pero han pasado los tres meses, y Markovic, que la semana pasada comenzó a trabajar con el grupo, se ha salido de la dinámica del equipo porque no puede soportar los dolores en su tobillo. La operación y la recuperación le han causado un edema óseo, muy doloroso, que no termina de reabsorberse, y ha comenzado un «juego» de presiones desde el club, con un trasfondo: el preolímpico de Belgrado.

El pasado 31 de enero, tras jugar ante el Baloncesto Sevilla, Joan Plaza dijo públicamente que Markovic se incorporaría al grupo en «dos o tres semanas». Fue una predicción a todas luces precipitada. Apenas había transcurrido un mes desde que pasara por el quirófano. Pero fue entonces cuando el club comenzó a pulsar diversos botones para tratar de que el jugador llegara cuanto antes, dada su trascendencia.

Continuó Carlos Jiménez, el secretario técnico del club, que se reunió con el base serbio el pasado 1 de marzo -hace ya un mes- y le conminó a tratar de recuperarse cuanto antes, dado que el club comenzó a ver cosas que no le gustaban. Markovic comenzó a realizar trabajo cardiovascular, con elíptica y bicicleta estática, y trabajaba en la piscina de Inacua, alternando su recuperación con los fisios y el preparador físico del club. Pero alguno hablaba ya de que no veía al base especialmente preocupado ni ocupado en su empeño. «Se pasa el día pegado al móvil, jugando a jueguitos», se llegó a oír en la planta noble de Los Guindos.

Del alta médica al edema óseo. El base, ya con el alta médica en el bolsillo, se integró el martes de la pasada semana al trabajo con el equipo. Se había pasado todo el fin de semana trabajando en solitario en el Martín Carpena, mientras el Unicaja estaba de viaje, poniéndose a punto con Diego Vázquez, el preparador físico. Así que su vuelta al equipo causó un alivio tremendo, porque si había alguien esta temporada importante en el equipo, tras la marcha de Jayson Granger y el experimento fallido con Nemanja Nedovic, ése era Markovic.

Pero ya en su primer día con sus compañeros no pudo hacer ni la mitad de la sesión. A pesar de eso, el miércoles, en la previa del viaje a Estambul, Plaza echó más madera, metió más presión, e hizo algo que nunca hace. Dijo que Markovic iba a tener minutos ya contra el Anadolu Efes, ese viernes. Fue realmente llamativo. Porque Plaza, incluso en lesiones menores, siempre espera que sus jugadores hagan, al menos, dos sesiones de trabajo al completo. Sin resentirse. Entrenando a tope. Con el base, sin embargo, obró de forma muy diferente. Algo vio que, indudablemente, no le gustó.

Ese miércoles, Markovic apenas pudo ya entrenar, pero el balcánico viajó a Estambul a «calentar» banquillo, ya que no pudo jugar. El domingo, en la previa del partido ante el Bilbao Básket, el base dialogó con su compatriota Nikola Loncar, comentarista de Movistar, y le comunicó que sufría un edema óseo, algo que no era público hasta entonces. En la retransmisión del partido se informó de esa novedad y el lunes, La Opinión confirmó en su web que el jugador volvía a salir del grupo y que era «baja indefinida».

En el club ven algo extraño, raro, algo que no les cuadra, porque Markovic demostró durante toda la pasada temporada su lealtad y tener un umbral del dolor muy alto. Rara era la aparición pública de Plaza en la que no destacaba su entereza y su profesionalidad, ya que jugó con un dedo del pie casi roto y luego con fuertes lumbalgias. Pero las loas se han transformado en críticas. La confianza, en sospechas. Y todo, por un reto: el preolímpico de Belgrado.

La selección de Serbia se juega su pase a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del 4 al 10 de julio en Belgrado, ante Angola y Puerto Rico, con Japón, República Checa y Letonia en el otro grupo. Y Markovic quiere estar ahí. Su seleccionador, Alexander Djordjevic, cuenta con él. Visitó Málaga con el Panathinaikos hace unas semanas y así se lo hizo saber.

Se temen en el Unicaja que Markovic tenga miedo a recaer, a volver a romperse, y por eso no quiera jugar con dolor, con problemas físicos. Y trate de mejorar a un ritmo pausado y volver a la acción cuando se sienta del todo bien, con el fin de ponerse en forma en los próximos meses y llegar a tope al preolímpico. Es una sospecha que habita en Los Guindos y que desató ayer a Joan Plaza, que puso entre la espada y la pared a su jugador, a su «capitán general», al hombre que idolatró la pasada temporada.

El técnico le pidió que, como otros, «tenga un nivel de implicación grande», le conminó «a poner en riesgo su cuerpo», dejando en evidencia que quizá no está todo lo implicado que debería para recuperarse, una vez cumplidos «holgadamente» los plazos de recuperación. «Preocupa… Se han puesto todos los medios, pero todo en la vida es un tema muy subjetivo. Aquí y en todos lados, cuando se da un pronóstico médico, se da holgadamente. Y hemos apeado el tiempo de holgura sobrado y entran un montón de factores. Es un golpe muy duro para nosotros. El jugador cree que no puede… Yo no me meto en su cabeza. Me gustaría que toda la gente estuviera a un nivel de implicación grande y que pusiera en riesgo su cuerpo…», dijo Plaza, que lanzó un dardo envenenado para el base, que esta temporada era «capitán general», y del que ayer se mostró tremendamente defraudado.

El entrenador verde insistió en que su recuperación depende sólo de él y puso en tela de juicio su futuro. «Al final sólo él sabe qué es lo que siente, para ahora y para su futuro. Yo no pierdo mucho tiempo en esto. Trabajaremos con lo que tenemos. El año pasado se quedó de capitán general y llevamos muchos meses sin él, y esperábamos que pueda incorporarse. Con él y sin él, el equipo cambia mucho. ¿Qué factores hacen que esté así? No lo sé…», finalizó.

Markovic lleva ya 102 días de baja. Hasta cuándo estará depende sólo de él. Plaza le puso ayer en el disparadero...

Con el Clínicas Rincón. Mientras el equipo esté en Krasnodar, Markovic deberá realizar la recuperación de su edema con el Clínicas y su fisio, Ale Ballesteros.