El mejor alero español de la pasada temporada sigue con su complicada adaptación al puesto de «cuatro». Carlos Suárez comienza a sacar la cabeza, como suele decir Joan Plaza, el entrenador cajista. Ya son varios partidos en los que el Carpena se pone en pie para despedir al madrileño de Aranjuez. Por su esfuerzo en defensa, por su trabajo atrás. Suárez fue clave ante el Bilbao Basket hace un par de fines de semana y este domingo volvió a dar toda una lección defensiva contra el FIATC Joventut, en un partido que no se decidió hasta el último cuarto.

Aunque lo más destacable de Suárez en sus últimas actuaciones es su reencuentro con el tiro. No hay que olvidar un detalle. Y es que el alero reconvertido a ala-pívot es, a día de hoy, el jugador cajista con peor porcentaje desde la línea de 6,75 metros. Suárez sólo convierte el 27,7% de los triples que lanza. De la actual plantilla verde, sólo otros dos jugadores no alcanzan el 30%. DeMarcus Nelson está en el 28,6% y Nemanja Nedovic firma el 29,7%.

Y sin embargo, los triples de Carlos Suárez han sido claves en los últimos dos triunfos del Unicaja en la ACB. Ante el Bilbao Basket, con el partido totalmente perdido, el jugador anotó un triple frontal que inició la reacción malagueña, que luego continuaron en ataque Kenny Hayes y Nedovic. Y, este domingo, en plena crisis de tiro en el Unicaja, surgió la figura de Suárez para levantar el partido.

El Unicaja llevaba 0 de 10 en tiros de tres al descanso y Suárez, tras 21 minutos y medio de partido, anotó de tres para obrar la remontada y poner de nuevo al Unicaja por delante: 43-42. A partir de ese momento, el equipo de Los Guindos inicio la reacción que le llevó a ganar el partido. Pero es que Suárez no dejó ahí su aportación en ataque, más allá a su espectacular labor defensiva.

El «Chimpa» anotó los otros dos triples que convirtió el Unicaja en todo el partido. Sólo pudo firmar el equipo malagueño un flojísimo 3 de 17 (18%) desde el arco del 6,75 metros. Y los tres fueron de Suárez, que abrió el fuego con ese 43-42 y que anotó otro más en el tercer cuarto, el que abrió la primera renta seria para el Unicaja: 52-44.

Sufrió de nuevo el cuadro malagueño, que permitió a La «Penya» ponerse con 54-52, y en pleno achuchón surgieron Thomas, Kuzminskas, Nedovic y Cooley… y otra vez Suárez.

Jugando como «cuatro», en muchas ocasiones con Thomas como «cinco», Carlos anotó el triple que acabó con la resistencia de los catalanes: 64-55. «No estuvimos acertados por fuera, pero bueno, tuve la suerte de meter los tres triples y eso es importante, porque pudimos sacar adelante un partido que se nos había complicado, que estábamos atascados en ataque. Nos está costando meternos, ser intensos», confesó el jugador a este periódico.

Respecto al encuentro ante los de Badalona, Suárez aseveró: «Hice una primera parte muy mala, hay que decirlo, pero en la segunda estuve mucho mejor, como todo el equipo, cortando líneas de pase. Estamos contentos, porque ganamos cuatro partidos seguidos, ha perdido gente directa y somos sextos. Llevamos un año de montaña rusa y necesitamos regularidad, parece que la estamos consiguiendo», dijo Suárez, el triplista inesperado en la última cita liguera de los verdes.