Un duelo de play off entre Unicaja y Valencia Basket es historia viva de la Liga ACB. Dos clubes con solera, que han ido construyendo su historia, con caminos paralelos y un profundo distanciamiento provocado por la Euroliga. Malagueños y valencianos llevan ya muchos años instalados en la elite del baloncesto, ambos codo con codo tratando de echarle el guante a Real Madrid y Barça, junto al Baskonia, con presupuestos muy similares y siempre plantillas muy competitivas, buenos entrenadores y jugadores.

El duelo tiene mucho que recordar, y sus escarceos en los play off se han visto siempre salpicados con la Licencia A de la Euroliga. El Unicaja ha gozado de ella y en Valencia se han vertido ríos de tinta sobre el tema. Ahora los dos parten de cero y para el Unicaja y su posible vuelta a la máxima competición continental sería muy positivo quedar por delante de los «taronja».

Los dos tienen mucha historia ya en duelos de play off, aunque hacía ya seis temporadas que ambos no se encontraban en un cruce por el título, en una eliminatoria que se ha repetido en cuatro ocasiones, con ventaja malagueña: 3-1.

Citas llenas de baloncesto y de grandísimos recuerdos para el club de Los Guindos y la «marea verde». Tres cruces en cuartos de final (donde siempre ha ganado el Unicaja) y una única cita en semifinales, la que ganó el antiguo Pamesa. Y cuentas pendientes, en este caso para el conjunto de Pedro Martínez, ya que el Unicaja les venció en el último encuentro liguero de hace sólo 10 días en el Carpena. Lo dicho, muchas, muchísimas cuentas pendientes entre los dos clubes.

El primer cruce de los dos equipos en unos play off se remonta a la temporada 2000/01, en cuartos de final, y con victoria clara y contundente del Unicaja por 3-1. Los cuartos se disputaban al mejor de cinco partidos por entonces y el equipo de Bozidar Maljkovic pudo con el Pamesa que dirigía Luis Casimiro. Los malagueños tenían un equipo completo y equilibrado, con los canteranos Cabezas y Berni, más Jaumin, Mrsic, Sonko, Abrams o Weis. Tras ganar en casa el primer encuentro (77-66), el Pamesa sorprendió ganando en Málaga el segundo: 70-82. Maljkovic puso recto a sus hombres y fue a La Fonteta a enderezar la serie. No sólo lo hizo, sino que la sentenció. Ganó el tercer encuentro (81-86) y también el cuarto (69-79). Y punto final a la eliminatoria y al primer duelo entre los dos equipos.

Valencia y Unicaja estaban en la cresta de la ola, ambos con grandes proyectos y jugadores de primerísimo nivel al comienzo de la década. Y tras dos años volvieron a medirse, pero esta vez en semifinales. Y ahí se produjo la primera y, hasta ahora, única victoria del Valencia en una eliminatoria contra el Unicaja. Paco Olmos entrenaba a aquel Pamesa con una plantilla corta pero sensacional: Rodilla, Montecchia, Paraíso, Luengo, Hopkins, Oberto y Tomasevic. Una auténtica pasada. A pesar de esos nombres, el Unicaja, con el factor pista en contra, comenzó mejor la serie. Sólo perdió por un punto el primer partido (75-74) y ganó el segundo (75-91), con lo que recuperaba el factor cancha. Era la última temporada de Maljkovic en Málaga, y tenía también un equipo muy competitivo, con Cabezas, Bullock, Risacher, Berni, Esteller, Sonko, Gurovic, Okulaja, Weis... Mucha calidad ahí. Y p0r eso se vio una serie tan apasionante. En Málaga, el Unicaja no pudo amarrar el tercer partido y cayó por 62-76. Luego se rehizo y ganó por 68-60. Así que tuvo que ir la serie al quinto duelo. Y en La Fonteta, el Unicaja no pudo con el Pamesa: 80-67. El gran culpable fue Dejan Tomasevic, que hizo un partido escandaloso, con 12 puntos y 15 rebotes, con 25 de valoración. El serbio fue demasiado para la tripleta cajista compuesta por Bullock (15 puntos), Risacher (16) y Gurovic (14).

En la temporada siguiente, los dos equipos se vieron las caras a las primeras de cambio, en una eliminatoria muy delicada. Porque estaba en juego la Euroliga. El ganador tenía una plaza garantizada. Y el Unicaja, ya con Sergio Scariolo, tenía el factor pista en contra. Fue una serie en la que fue vital ese hecho. El Pamesa ganó los dos primeros partidos de su pista (91-80 y 86-81), mientras que el Unicaja hizo lo propio en el Carpena: 82-66 y 69-58. El quinto y decisivo puesto por una plaza en las semifinales y en la Euroliga se disputó en la Fuente de San Luis, una luminosa mañana de domingo del 16 de mayo de 2004. Y aquello amenazaba ruina, porque al descanso el Pamesa ganaba por 10 puntos: 42-32. Aquel Pamesa daba también miedo: Motecchia, Rigaudeau, Paraíso, Kammerichs, Tomasevic o Dikoudis. Pero tras el paso por vestuarios el Unicaja cambio. Sergio Scariolo puso una zona 2-3. Se refugió ahí, y Louis Bullock (23 puntos) y Larry Lewis (20) comenzaron a anotar. Al Pamesa le entró el miedo. Cabezas fue una flecha, Berni ayudó con 13 puntos, Kornegay jugó uno de sus mejores partidos en Málaga (14 puntos y 7 rebotes), y el Unicaja, sin Weis, asaltó Valencia.

Hubo que esperar un lustro para que los dos volvieran a verse. De nuevo en cuartos y de nuevo con el factor pista para Valencia. Con un formato distinto, sólo al mejor de tres. Y el Unicaja se coronó, dando la campanada ante un Valencia de campanillas, con Nando de Colo, Víctor Claver, Matt Nielsen o Kosta Perovic. El Unicaja de Aíto García Reneses partía como víctima, en un año durísimo, sin Copa del Rey, con lesiones, temporeros y el dopaje de Dixon. En Valencia, el Unicaja se destapó. Tuvo la baja de ultimísima hora de Archibald, pero Cook (20 puntos) y Gary Neal (20) aguantaron al equipo. Y un actor secundario, el base Zabian Dowdell anotó la canasta de su vida, sobre la bocina, para lograr remontar de forma heroica: 82-83. Fue un subidón increíble que tuvo continuidad en Málaga, ya que el Unicaja sentenció por la vía rápida: 85-76. Era la segunda vez que el Unicaja le ganaba al Valencia en cuartos y sin factor pista. Como ahora...