En un «miércoles loco», el Unicaja ha devuelto la ilusión perdida a parte de su parroquia tras una temporada con más lamentos que buenas noticias. El club hizo oficial las contrataciones de dos jugadores interiores, los estadounidenses Jeffrey Brooks y Trevor Mbakwe, ambos comunitarios a efectos de la ACB. Y, a 7 de julio, mientras hay rivales directos en la Liga Endesa que no tienen ni entrenador ni plantilla, ya cuenta con la estructura totalmente finalizada y con 10 jugadores en contrato, otro en vías de derecho de tanteo (Adam Waczynski) y un base titular que debe ser la guinda.

El juego interior, por lo pronto, ya está totalmente cerrado. El club anunció al mediodía la contratación por una temporada del ala-pívot todoterreno, físico e intenso: Jeffrey Brooks. El americano jugará en Málaga con pasaporte italiano, ya que jugó hasta tres temporadas en la Lega-1 y uno más en la segunda categoría, y allí conoció a su actual mujer, de nacionalidad italiana. Brooks es un jugador de un perfil mucho más similar a Will Thomas que de Milko Bjelica. Llama, eso sí, la atención, que carezca de experiencia en la ACB y que no sea uno de esos «cuatro» modernos, con un excelso lanzamiento exterior. Brooks es mejor cuando más cerca del aro esté. Es un tipo duro, rocoso, sólido, fajador.

Brooks nació el 12 de junio de 1989 (Louisville, Kentucky), mide 2,03 metros y ha militado este curso en el Avtodor Saratov de la VTB League. El ala-pívot ha jugado en su carrera dos temporadas en Euroliga (con Cantú y Sassari) y este curso, con el cuadro ruso, ha debutado en la Eurocup, donde ha promediado 13,1 puntos, 8,2 rebotes y 2,4 asistencias. En la VTB League, Brooks se ha quedado en 11 puntos, 5,8 rebotes, 2,2 asistencias y 15,2 de valoración, con un promedio de 28:23 minutos y teniendo un rol de jugador importante en el juego interior. Brooks sabe echar el balón al suelo, es poderoso en el uno contra uno y se siente más cómodo cerca que lejos del aro. Se formó en la Universidad de Penn State, donde promedió, en su última temporada, 13,1 puntos, 6,1 puntos y 1,7 asistencias (2011). Pronto emigró a Europa, ya que no encontró acomodo en Estados Unidos y firmó por un equipo de la segunda división italiana, el Jesi, para dar luego el salto a la máxima categoría, donde se ha hecho un nombre en Cantú (2012/13), Juvecaserta (2013/14) y Dinamo Sassari (2014/15), donde conquistó la Liga, con 9 puntos, 6.5 rebotes y 1.1 robos por encuentro.

Tras llegar a un acuerdo por el americano de pasaporte italiano, el Unicaja avanzó, a primera hora de la tarde, el nombre de una de las dos piezas básicas que contempla Joan Plaza dentro de sus esquemas, un pívot poderoso, intimidador, contundente, dominador. El hombre con el que se ha cerrado también un acuerdo, hecho oficial, es Trevor Mbakwe. Tras quedar descartado el checo Balvin, su nombre emergió con fuerza, ya que el Maccabi Tel Aviv, el club donde ha militado este año, cortó su vinculación. El club actuó con rapidez y se adelantó a un equipo de Euroliga. El primer objetivo que se había trazado era Balvin, al que, según supo ayer este periódico, se le pasó una oferta el pasado domingo, por dos temporadas garantizadas, y unas cifras muy importantes. Balvin pidió más tiempo, porque va a jugar la Liga de Verano de Las Vegas con los Nuggets. Así que el club dio el visto bueno a Mbakwe, un fichaje de campanillas, de nivel Euroliga.

El compromiso con el pívot de 27 años y 2,07 metros que esta temporada ha militado en el Maccabi Tel Aviv es también por una temporada. Se trata de un pívot muy físico y poderoso, al que este curso le ha venido algo grande su salto al Maccabi, pero que puede marcar distancias cerca del aro. Mbakwe nació en Estados Unidos (Saint Paul, Minnesota), aunque posee pasaporte nigeriano y es contonú, por lo que es comunitario.

Mbakwe estuvo en el radar del Unicaja el pasado verano, pero su espectacular temporada en el Brose Baskets alemán hizo que el jugador se marchara al Maccabi Tel Aviv por un contrato de dos temporadas. En el Maccabi le ha podido verse en un equipo muy mal construido y con una expectativas tan importantes. El club macabeo cortó su compromiso garantizado para este siguiente curso y por 800.000 euros libres de impuestos. Mbakwe es un un intimidador brutal, de brazos muy largos, con un físico espectacular y que puede dominar la pintura. Así lo hizo en su paso por el Brose alemán, campeón de la Liga de Alemania en 2015, donde promedió 10,6 puntos, 7,4 rebotes y 16,9 de valoración. Este curso bajó su rendimiento en el Maccabi, en un equipo realmente mal edificado, y en el que además sufrió algún problema físico. En Euroliga promedió 6,9 puntos y luego en Eurocup se fue hasta los 11 de promedio. Es cierto que tuvo que parar en plena temporada y pasó por el quirófano por un problema en la rodilla, pero pudo acabar el curso. En la Liga hebrea, en 24 partidos, ha promediado 8,8 puntos, 6,4 rebotes y 13,8 de valoración. Ahora, sus centímetros y su capacidad de intimidación se mudan a Málaga. El jugador está en la preselección de Nigeria para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Los dos están en una edad perfecta para jugar al baloncesto y demostrar que pueden seguir progresando. Ambos completan el juego interior. Como «cuatros», Brooks y Carlos Suárez; como «cincos», Dejan Musli y Mbakwe. Cuatro jugadores muy distintos y polivalentes. Con un quinto exterior que, este curso, será Viny Okouo. Un canterano que debe ir a más.