El Unicaja ha realizado una oferta formal por una temporada por el ala-pívot montenegrino Milko Bjelica, que ve con muy buenos ojos la proposición malagueña y se convertirá, salvo cambio brusco, en nuevo jugador verde. El club ha obrado con rapidez y, mientras esperaba la respuesta de Will Thomas, se ha movido en el mercado y ha encontrado a este «cuatro y medio» repleto de experiencia, que ha convencido a Joan Plaza.

El exjugador del Darussafaka turco, con experiencia en la ACB tras jugar en el Baskonia, ya tiene sobre su mesa el ofrecimiento y anoche ya estaba todo perfectamente atado. A falta de las firmas y la confirmación oficial, Bjelica, de 32 años y 2,07 metros, será nuevo jugador del Unicaja.

El ala-pívot es, dentro de los parámetros económicos que puede manejar el Unicaja, el candidato número uno de la secretaría técnica para sustituir a Will Thomas y el club confía en poder cerrar esta «operación relámpago» durante este fin de semana, ya que se trata de un jugador de un caché importante, con amplia experiencia en la Euroliga y muy consistente.

Bjelica es el jugador que todo entrenador quiere tener. Un tipo muy fiable, sólido y que conoce perfectamente el juego. A sus 32 años recién cumplidos, el «cuatro y medio» acaba de terminar su contrato con el nuevo rico del baloncesto europeo, el Darussafaka Dogus, donde no seguirá. El Unicaja se ha fijado en él y, una vez descartado totalmente Will Thomas, quiere lanzarse por el jugador nacido en Serbia pero con pasaporte montenegrino.

Bjelica ha jugado la Euroliga las siete últimas temporadas, lo que habla a las claras de su potencial. No es, eso sí, un jugador protagonista, sino un hombre complementario, un famoso «cuatro y medio» que puede ocupar tanto el puesto de «cuatro» como de «cinco», como ocurría con Thomas. Tiene muy buena mano para abrirse y lanzar de tres, un factor decisivo en el baloncesto moderno. Esta temporada ha promediado un 35% con el Darussafaka en Euroliga y el pasado curso, en el Anadolu Efes, alcanzó el 41,5%.

Este curso en Euroliga ha firmado, en 19:05 minutos, 7,5 puntos, 3,4 rebotes, 0,6 asistencias y 7,5 de valoración. Su envergadura le hace capaz de jugar de espaldas al aro, y mandar desde el poste bajo, lo que dota a su juego de gran versatilidad. En sus características prima la inteligencia sobre el poderío físico, algo que a los 32 años no es, evidentemente, su fuerte.

Es un viejo conocido para la afición del Unicaja. Este curso, sin ir más lejos, se ha medido en cuatro ocasiones al equipo malagueño, en Euroliga. Antes del Darussafaka Dogus, militó dos años en el Anadolu Efes y otros dos en el Laboral Kutxa. Ahora, el Unicaja cuenta con él para reforzar el juego interior.