El nuevo base del Unicaja, Kyle Fogg, fue presentado oficialmente ante los medios este martes en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena. El californiano de 26 años y 1,90 metros pasó la última temporada en el equipo alemán Eisbären Bremerhaven y viene de ser el máximo anotador de la Liga de ese país. A pesar de su desconocimiento del idioma, Fogg se mostró con una actitud paciente y agradable ante la prensa, posando para los fotógrafos y contestando con simpatía.

El base llega al Unicaja dispuesto a dar lo mejor de sí. «Esto representa un gran reto para mí, tengo mucho que aprender de todos, pero vengo preparado para obtener las mejores aptitudes», reconoció.

Kyle Fogg ha jugado tanto de base como de escolta y antes de llegar a España, Joan Plaza le hizo saber que esperaba mucho de él y que pretende que pueda aportar a ambos lados de la pista.

El jugador hizo referencia también al contacto que ha tenido ya con sus compañeros y las buenas sensaciones que tiene, destacando la fortaleza del grupo. «Hay muchísimos detalles técnicos que tengo que ir aprendiendo. Para ello necesitaré, claro está, la ayuda de los entrenadores, de mi equipo para ir conociendo rivales, campos... pero lo haré», afirmó con seguridad Kyle.

Fogg tiene ganas de empezar a apuntar para el equipo malagueño y enfrentarse a este nuevo reto personal. Por ello, este verano no ha parado de entrenar y trabajar por su cuenta para mantenerse en forma y no decepcionar a los malagueños que han apostado por él, jugando también varios torneos como el prestigioso «The Basket Tournament», donde conquistó el premio de dos millones de dólares, a repartir entre el equipo.

El año pasado estuvo a punto de fichar por el Ourense, aunque finalmente su pase no pudo hacerse. El nuevo base es consciente de que tendrá un rol totalmente distinto en su primera experiencia ACB, a lo que él está acostumbrado: «Habrá días que tenga que asumir más responsabilidad que otros, depende de lo que pida el entrenador». Ya queda menos para poder ver al norteamericano en la cancha luciendo el número ocho a su espalda.