­Hay un creciente optimismo en el seno del Unicaja. La primera semana de trabajo en pista, con Joan Plaza al mando, ha siso plenamente satisfactoria. Ha gustado muchísimo lo que se ha visto de todos los nuevos. Tanto en actitud como en aptitud. Y eso se valora, más aún tras el mal trago de la pasada temporada, donde las piezas no acabaron de encajar.

Nadie quiere echar las campanas al vuelo. Esto sólo acaba de empezar y aún no se ha disputado ningún encuentro de preparación. Pero todo, por ahora, va sobre ruedas y existe la absoluta firmeza de que se ha acertado con los jugadores que se han traído. No será fácil hacer olvidar las bajas de jugadores del nivel de Markovic, Kuzminskas, Thomas o Fran. Sin embargo, existe un optimismo inusitado por lo visto en esta primera semana de entrenamientos.

Oliver Lafayette ha demostrado ser un base muy fiable, muy sólido, tanto en defensa como en ataque, y Alberto sigue apretando fuerte. Kyle Fogg llegó el último pero en sus primeros días ha asombrado porque es un auténtico anotador. Se genera sus tiros y ha llegado hecho un toro en el apartado físico. No es un base director y podrá jugar muchos minutos como «dos».

Por dentro, los dos americanos también están causando asombro. Especialmente Trevor Mbakwe, un jugador sensacional en lo atlético y que tiene un nivel de Euroliga y de equipo «grande», por lo que ya ha mostrado. Brooks sabe tirar, echa el balón al suelo y está siendo una esponja. Máxima satisfacción en el seno del equipo. Aunque esto sólo ha hecho empezar.