­El culebrón en torno a cuál será la ciudad elegida para acoger la próxima Copa del Rey de Baloncesto 2017 vivió ayer un nuevo capítulo sin que la ACB confirmara su decisión final.

Málaga y Las Palmas siguen siendo las dos candidatas que maneja la organización. Cada una con sus pros y con sus contras. En las últimas horas parece que la capital grancanaria es más favorita, pero también es cierto que en Málaga se espera una llamada de la ACB que anoche, al cierre de esta edición, no había llegado. Ni para bien ni para mal.

Como La Opinión de Málaga ha venido informando a lo largo de estas tres últimas semanas, la Copa de 2017 estaba previsto que se disputara en Madrid. El Ayuntamiento de la capital, presidido por Manuela Carmena, sin embargo, declinó ante la ACB la organización de la Copa, a pesar del acuerdo alcanzado por el anterior equipo de Gobierno.

Tras conocer la vacante madrileña, el Ayuntamiento de Málaga se puso en contacto con la ACB para ofrecer la capital de la Costa del Sol como alternativa. Una opción que también propusieron Vitoria y Las Palmas, que parece la mejor posicionada para esta próxima edición de 2017.

El presidente de la ACB, Francisco Roca, viajó la semana pasada a Málaga para entrevistarse con los principales dirigentes de las tres instituciones: Ayuntamiento, Diputación y Junta. Hubo buena sintonía en la reunión pero no salió la ansiada confirmación oficial, que por ahora tampoco ha llegado a Las Palmas.

Javier de la Chica, director del Área de Negocio y Márketing de la ACB, aterrizó ayer en Gran Canaria para reunirse con los técnicos del Instituto Insular de Deportes, gestores del Palacio de los Deportes grancanario que aspira a acoger el evento. Hoy está prevista una reunión clave con el consejero de Deportes del Cabildo, Ángel Víctor Torres, que puede ser la que termine de decantar la decisión final.

Según apuntan fuentes cercanas a la negociación, la oferta económica grancanaria es superior a la que está dispuesta a abonar Málaga. Y es que Las Palmas pondría sobre la mesa el millón de euros aproximado que exige el canon, algo que el Ayuntamiento de Málaga ha tratado de rebajar en sus últimas reuniones con los rectores de la ACB.

El Ayuntamiento, la Diputación de y la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía ya se dieron la mano en 2014, cuando Málaga fue sede por última vez de la cita del KO. Los tres organismos abonaron a partes iguales el canon impuesto por la ACB: 870.000 euros más el 21% de IVA. En total, 1.052.700 euros que parece mucho, pero que tiene un importantísimo efecto de retorno.

Y es que La Copa del Rey de Málaga 2014 pasó a la historia como la que tuvo más asistentes llegados de fuera de la provincia -más de 8.000-, que gastaron un promedio de 993 euros durante el torneo, por 206 euros de media por parte de los malagueños. En total, se originó un flujo de movilidad de más de 166.000 personas y un gasto total de más de 9 millones de euros entre restauración, transporte, hostelería y comercio minorista.

Málaga espera todavía un giro de última hora de las conversaciones abiertas entre ambas partes y que la Copa venga por cuarta vez al Martín Carpena, después de las ediciones de 2001, 2017 y 2014. En Las Palmas, por su parte, sería la tercera vez en la historia que la Isla actuaría como sede, pues aparte de la edición de 2015 celebrada en el Gran Canaria Arena (con presencia del equipo verde), el Centro Insular de Deportes albergó la correspondiente a la temporada 1989-90, en la que venció el CAI.

A principio de semana parecía que la capital de la Costa del Sol tomaba ventaja, ahora parece que se ha posicionado mejor la ciudad grancanaria. ¿Habrá hoy decisión definitiva?