Adiós al 2016. Y no vuelvas... El Unicaja echa esta noche el cierre a uno de los peores años de su historia. Un año en el que el club perdió su posesión más preciada: la Euroliga. Sin su estatus en el Viejo Continente, fuera del selecto club de los 16 mejores y en formato de liga cerrada de todos contra todos, al club no le quedó más remedio que refugiarse en la Eurocup, donde sólo pudo ser el cuarto de cinco equipos en la Fase Regular.

En la Liga Endesa tampoco se logró el objetivo mínimo de disputar al menos la Copa del Rey y le duramos dos partidos al Valencia en los play off. Para colmo, el equipo vinculado (Clínicas Rincón) pasó a mejor vida y ni una sola de las escuadras de la cantera firmó una actuación notoria en sus campeonatos de España.

Éste es el retrato, la cruda realidad, de un año 2016 para olvidar, con escasas alegrías en lo deportivo y en lo institucional, más allá de la fantástica remodelación de Los Guindos. Un guiño de Unicaja Banco a su club y a la sociedad malagueña, a la que sigue fuertemente unida. Hoy, por fin, el Unicaja pone punto final a este 2016 recibiendo al Rio Natura Monbus Obradoiro, un equipo en horas bajas, en el Martín Carpena (20.45 horas). Una guarida, por cierto, cada vez menos fiera, que sigue perdiendo aficionados a un ritmo alarmante y que continúa sin ser ese «infierno verde» de antaño.

Lejos de análisis y de estampar realidades anuales, el Unicaja debe centrarse hoy en cerrar el año con un triunfo lo más holgado posible que haga olvidar el sofoco de Andorra. El equipo no supo gestionar una ventaja de 15 puntos a su favor y acabó pagándolo caro. Las rotaciones de Joan Plaza fueron desconcertantes. Y el Unicaja permitió meterse en el partido al Morabanc que, a la hora de la verdad, supo sacar a la luz las debilidades verdes en defensa (su problema con las esquinas) y su preocupante falta de carácter.

Hoy, desde luego, parece un día propicio para reencontrar el mejor Unicaja que, a cuentagotas, hemos visto este curso. Plaza tiene a todo su plantel disponible, lo que a la hora de la verdad se transforma, más que en una ventaja, en un caudal de problemas. Por eso de tener que hacer jugar a 12 hombres, la mayoría de perímetro.

El encuentro tiene dos alicientes principales. Uno es puramente estadístico y de consecución de objetivos. El Unicaja tiene que jugar sí o sí la Copa del Rey. Lo tiene a mano. Y aún puede ser cabeza de serie. Para ello ha de ganar hoy. Y si lo hace por 20 puntos será mejor que si lo logra por 10. Por eso del average general.

Luego hay un componente sentimental. En la pista se verán hoy dos frutos de la cantera: Alberto Díaz y Pepe Pozas. Ambos formados en Los Guindos, compañeros en diferentes etapas y en el Clínicas. Pepe llega como capitán del Obradoiro. Y Alberto, como el base titular de este Unicaja.

Al otro lado de la pista espera el Rio Natura Monbus Obradoiro, que llega con muchos problemas en todos los frentes. El equipo de Santiago de Compostela, con sólo cuatro victorias, está ya en los puestos «calientes» de la taba, decimoquinto. Este mismo miércoles cayó en casa ante Bilbao. El equipo que adiestra Moncho Fernández sigue acumulando ausencias, ya que a las bajas confirmadas de Matulionis, Corbacho y su base titular, el americano McConnell, se le une la falta de ritmo de Txemi Urtasun -no jugó ante Bilbao- y una gastroenteritis de su referencia interior, el ala-pívot Rosco Allen. Demasiados inconvenientes para los gallegos en su visita a un Carpena que hoy pone el punto final a su annus horribilis 2016.