Los focos apuntan a Oliver Lafayette. El Unicaja le fichó como timonel de su nuevo proyecto. En la cabeza de Joan Plaza ha estado desde que prácticamente vino a Málaga hace ya cuatro temporadas. Por fin este curso pudo reunirse con el americano, con el que coincidió en el Zalgiris. Le pidió a comienzos de temporada que fuera la guía del equipo. Su «norte en los próximos meses», porque dijo que tenía en el equipo muchos «bandoleros». «Él ha de ser nuestro norte durante meses. Nuestro sentido común en la pista, porque luego tenemos algunos «bandoleros» que no nos dan sentido común. Hay que tener paciencia con él, viene de jugar de otra forma», dijo Plaza sobre Lafayette el pasado 14 de octubre.

Parece que la paciencia, ya metidos en el mes de enero, comienza a agotarse. El base fue el último en la rotación exterior en el encuentro ante el Obradoiro, con sólo 5:26 minutos. Y ése podría ser su hábitat en los próximos partidos. Alberto Díaz se ha consolidado como un base más fiable que Lafayette y Kyle Fogg pide minutos a base de puntos. Así que no vienen tiempos fáciles para el «norte» del equipo, un jugador cuyo rendimiento está muy lejos de lo esperado. No está cumpliendo con las expectativas creadas con su fichaje.

Hay un dato curioso que resume bien su bajo rendimiento. En los cuatro últimos partidos ha dado una única asistencia. Fue ante el Obradoiro. No dio ni una sola ante Andorra, Estudiantes y Zenit San Petersburgo. Ni una. En todos esos partidos, además, bajó sus minutos en pista. Llegaba tras jugar 17:30 ante Valencia y contra los rusos se quedó en 13:00, descendió a 12:00 ante el Estudiantes, a 10:35 en Andorra y a los 5:26 que jugó ante Obradoiro. Partido en el que, por cierto, recibió algún silbido de la grada. Sus números rojos son evidentes. El base promedia 16:29 minutos, con 5,5 puntos, 2,7 asistencias, 1,4 rebotes y 5,1 de valoración.