Hace justo un año y una semana, Stefan Markovic sufrió una fractura en la tibia que le tuvo de baja cinco meses en el Unicaja. El serbio cayó mal en la lucha por un rebote y se lesionó de gravedad en Zaragoza. A partir de ahí, se sucedieron los acontecimientos. Fue el principio del final de su etapa en el Unicaja y en Málaga. Su recuperación se alargó más de lo que se esperaba y hubo una guerra cruzada en la que él fue el damnificado, pues salió del club en verano.

Hoy, el internacional serbio ha hablado en su país de todo lo que vivió en Málaga, admitiendo que tuvo problemas con Joan Plaza y confensando que desde el día uno de su recuperación tenía en la mente el Preolímpico y sus compromisos con la selección nacional serbia, de la que es uno de los emblemas.

En la web "Mozzartsport", el exbase del Unicaja, ahora en el Zenit de San Petersburgo, explica que vivió una época "difícil" porque "durante la lesión hubo un montón de problemas". "Cuando comencé con la recuperación surgieron complicaciones, no me recuperé en los plazos que se esperaban. No quiero pensar en quién tiene la culpa, sobre todo porque tuve con el entrenador y con el club una gran cantidad de problemas", confesó Markovic, que prosigue: "Fue un período muy difícil para mí".

A continuación, Markovic admite que esperaba como agua de mayo el final de la temporada para regresar a Belgrado, poder trabajar con un fisio de su confianza y jugar con "el equipo nacional. "Yo estaba esperando el momento para venir a su casa y empezar a recuperar adecuadamente y estar listo para el equipo nacional. Cuando todo acabó, literalmente, me senté en el coche y me fui de Málaga y comencé el proceso de recuperación con mi gran amigo, Todor Galic. Hubo muchos momentos difíciles, pero no soy un tipo que se lamentará", añade.

Y dice que "no cambiaría nada" de lo que le pasó, porque luego ganó la plata olímpica se le abrieron las puertas del Zenit San Petersburgo. y después me sirvió para recuperar y prepararme para el equipo nacional. a "Mozzartsport".