El partido de anoche acabó con algunos daños colaterales, aunque sin mayor importancia. Nemanja Nedovic abandonó el Palacio con una mano vendada después de sufrir un golpe en un lance del partido. El serbio tenía dolores, pero no parece que sean importantes de cara a los entrenamientos de esta semana.

Otro que acabó «tocado·» fue el capitán. Carlos Suárez sufrió un fuerte golpe en el cuello que le obligó a pasar por las manos del fisioterapeuta antes de regresar a casa. El golpe le provocó ligeros mareos, pero está previsto que tampoco se ausente de ningún entrenamiento en esta semana copera.