"Quiero soñar con pasar el cruce y jugar las semifinales. Hacer soñar a la gente. Yo lo que quiero es ganar la Copa, más que ganarle al Barça»... Estas frases no son mías, son de Joan Plaza, el técnico cajista. Hace 7 días hablamos de la importancia del mensaje en los jugadores y en los aficionados. El equipo verde encaraba la Eurocup con cara de derrotado y mensajes negativos, y los resultados no eran buenos. En todos los años que el equipo ha jugado la Euroliga, cada vez que en nuestro grupo caía el Bayern de Múnich todos pensábamos en 2 victorias y de repente los alemanes parecían haberse convertido en una mezcla de los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers.

El mensaje cambió ante el Real Madrid, bastante mejor equipo que los bávaros por cierto, y el equipo y la afición lograron una importante victoria. No se va a ganar siempre, pero al equipo y a la gente, que hace muchos esfuerzos en algunos casos para sacar las entradas, no se les puede quitar la ilusión de que cada día puedes ganar a cualquier rival que tengas al otro lado de la pista.

El mensaje de cara a la Copa sigue siendo optimista. Realista, pero optimista. Le agradezco a Joan Plaza el cambio de discurso porque para él es un riesgo. Si ilusionas a la gente y luego no consigues el objetivo te pueden caer muchas críticas. Si lo pintas todo negro antes de empezar nadie te va a pedir cuentas. Pero la labor del entrenador no es mantenerse en el banquillo a cualquier precio, su tarea es asumir riesgos, ilusionar a la gente y conseguir los mejores resultados posibles.

La afición malagueña apostó mucho por este proyecto y ya empezaba a sentirse desilusionada. Este paso adelante es de agradecer. Todos somos conscientes que es muy difícil que el Unicaja levante el trofeo, pero nadie debe quitarnos la ilusión de creer que es posible.

Unicaja no tuvo suerte en el sorteo y afronta la parte más difícil del cuadro, y sin día de descanso. El primer rival es el FC Barcelona Lassa. Un rival durísimo por su calidad y por la situación en la que se encuentra.

Una derrota blaugrana podría desencadenar todo un maremoto en Can Barça. Los jugadores y el entrenador lo saben y lucharan la copa a muerte para tratar de salvar la situación. Con todo, los catalanes son seguramente el rival más sencillo que Unicaja encontrará en el camino.

Después es previsible que llegue el Valencia Basket y en la final, si el equipo sigue avanzando, el Real Madrid o el Baskonia. Vamos una Euroliga en miniatura sin salir de España.

La victoria en Liga ante el Real Madrid del pasado fin de semana debe de marcar un punto de inflexión en el equipo. La calidad existe, nada debe ser imposible. Dejan Musli y Alen Omic forman uno de los mejores dúos interiores de la competición. Nemanja Nedovic está a un nivel que le haría titular en todos y cada uno del resto de los equipos que disputan la Copa y en otros muchos de los «grandes» del continente. La irrupción de Alberto Díaz y de Jeff Brooks, el buen momento de «King Kong» Waczynski, los puntos de Kyle Fogg y la aportación del resto de los jugadores comenzando por el capitán Carlos Suarez deben permitir a la afición soñar que es posible.

Nadie debe quitarle la ilusión a la «marea verde» porque los sueños, a veces, se cumplen. Suerte.