Lo había comentado en alguna ocasión ya Joan Plaza, y en la previa a la Copa del Rey, en su comparecencia pública en Málaga antes de viajar hacia Vitoria, lo recordó. Es una estadística curiosa, que el cuerpo técnico del equipo maneja y sobre el que se ha fijado una especie de termómetro. Si el Unicaja captura 24 rebotes defensivos o más gana siempre sus partidos. De lo contrario, el balance entre partidos ganados y perdidos es muy similar. Son datos que aportó el propio Plaza en la rueda de prensa del martes. Y que ha vuelto a cumplirse. El Unicaja sólo fue capaz de capturar en defensa 20 rebotes. No llegó a esos 24 que le dan la victoria. Y perdió contra el FC Barcelona.

Restulta que la estadística se ha convertido en vital para el equipo. Porque si llega a esos 24 rebotes defensivos significa que controla los rechaces en su aro, que puede correr y anotar puntos con facilidad, que empeora los porcentajes de tiro del rival... Es un largo etcétera. Un compedio de factores que, uno a uno, acaban siendo determinantes y que, hasta ahora, le han dado el triunfo al equipo malagueño siempre que ha superado esa cifra de 24 rebotes defensivos.

Lo dijo el propio Plaza el martes: «Si ganamos 24 rebotes defensivos o más hemos ganado siempre. Por debajo de 24, la cosa se iguala, pero por encima de los 24 rebotes defensivos ganamos el 100 por 100 de los partidos».

Esa premisa se cumplió ante el Barça, aunque por desgracia para los intereses malagueños, esta vez no se llegó a esos 24 rebotes.