De necios es persistir en los errores y de sabios, rectificar. El Unicaja Baloncesto demostró ayer ser un club que escucha a su gente y que es capaz de dar marcha atrás en una decisión equivocada. Los abonados entrarán gratis a ver el partido de cuartos de final de la Eurocup del próximo 3 de marzo frente al Bayern Múnich. Como tiene que ser. Mi enhorabuena al que ayer tomó esa decisión y mi total indiferencia -por no decir otra cosa- al que había tomado la determinación anterior. Me consta que son dos personas distintas.

El club, a pesar de actuar con sentido común, lo cierto es que dejará de ingresar con esta medida de abrir las puertas del Carpena a sus abonados más de 70.000 euros. Una pasta.

El Unicaja Baloncesto ha dado un paso al frente con esta iniciativa y hay que aplaudirles. Pero ahora es la afición la que tiene que corresponder a su club llenando el Carpena el viernes de la próxima semana. No hay excusas. Ni un solo abonado se puede quedar en casa. Y a partir de esos siete mil y pico «fieles» hay que alcanzar los 10.000 en las gradas. No imagino otro escenario que no sea el del «casi» lleno ante los de Sasha Djordjevic. Rajar en las redes sociales del Unicaja (o de cualquier otra cosa) es muy fácil. Pero el verdadero aficionado, el que siente los colores, el que tiene su corazón verde y morado tiene que demostrarlo acudiendo al Palacio, no con el teléfono móvil y el dedito.

El partido contra los bávaros es importantísimo. Vital para el futuro inmediato del proyecto. La «Marea Verde» debe asumir su cuota de protagonismo. Entiendo que si el Unicaja gana el martes en Múnich, no habrá que pedir apoyo porque vendrá solo. Pero si el equipo pierde ese primer partido y el choque del día 3 es el que vale para mantener viva la llama continental, el Carpena tiene que ser igualmente un infierno insoportable para los alemanes.

Que nadie lo dude. El Unicaja ganó hace un par de fines de semana al Real Madrid porque Nedovic estuvo imperial, porque Brooks estuvo majestuoso, porque Alberto Díaz estuvo imponente... Sí, pero si el Carpena no llega a empujar del minuto cero al 41 como lo hizo aquella tarde de domingo, ni el mejor «Nedo» ni el mejor pelirrojo ni el mejor Brooks habrían podido con el vigente campeón de todo. Eso es así.

El viernes 3 será el día perfecto para ver quién quiere al Unicaja de verdad y quién es solo un aficionado de boquilla, de tuit o de muro de facebook. Expectante estoy...