Los últimos partidos del Unicaja han abierto de par en par las puertas de la euforia. Hemos pasado del pesimismo más absoluto de semanas y meses atrás a preparar celebraciones para festejar títulos. Es decir, nos movemos entre dos situaciones muy normales pero totalmente erróneas. El equipo ha hecho mucho camino en esta Eurocup para llegar a la final, pero lo más difícil está todavía por hacer. Y pensando que está hecho no se logrará nada.

En el paso adelante dado por el equipo hay muchos nombres, pero uno destaca sobre los demás, Jeff Brooks. El ala-pívot americano llegado para sustituir al añorado Will Thomas se ha asentado en el equipo una vez que ha entendido cómo se desarrollan los partidos en esta Liga y lo que significa jugar en un equipo grande de la ACB.

El Rey Libre, «King Free», como le gusta definirse, nació en una de las capitales del baloncesto americano, Lousville, en el estado de Michigan. Con 4 años, sus padres Jeff y Phyllis, le llevaron a su primer partido de baloncesto. Jugaban nada más y nada menos que los Chicago Bulls de un tal Michael Jordan.

Con 5 años ya disputaba sus primeros encuentros en el equipo del colegio. A pesar de su precocidad y de ser finalista del Mr. Basketball Kentucky en 2007, el camino de Jeff no fue fácil. En 2011 terminaba su ciclo universitario y no entraba en el draft. Sin posibilidad de jugar en Estados Unidos emigró a Italia para jugar en la Aurora Jesi de la Segunda División. Allí en las orillas del mar Adriático comenzaría a despegar su carrera como profesional.

En Italia conoció a su mujer, Benedetta Pennati, con la que se casó hace un año en Lousville y con la que tenía previsto casarse este verano por segunda vez en Italia, en Cerdeña, pero anuló la boda para incorporarse a tiempo a la pretemporada cajista. Y es que Brooks es un jugador diferente, que vive volcado en el baloncesto, en su familia y en su proyecto vital.

El 10 de septiembre nacía su primer hijo, Jordan, y la carta que le dedicaba a su recién nacido describe a la perfección su personalidad. La misiva que comienza con un «Querido Jordan» y continúa con una loa a su mujer: «Tu madre es la mujer más fuerte del mundo. Se ha sacrificado por ti 9 meses y no se ha quejado nunca€ Jordan, nunca te permitiré que le faltes al respeto a esta mujer, nunca€ Debes recordar que tu madre debe ser tratada como una reina»; y unos consejos sobre la vida: «Vas a cometer errores hijo, eres humano. La clave es aprender de los errores para ser mejor€ Respeta a los mayores, están aquí para que tú aprendas€ trata a la gente como quieres que te traten a ti€ En la vida fallar está bien. No siempre puedes tener éxito en todo lo que haces. No tengas miedo. Si te caes 7 veces debes levantarte 8». Para terminar con: «Un padre orgulloso. Jeffrey Brooks Jr».

Toda una declaración de intenciones de un jugador diferente que ha dado un paso adelante en los momentos en que el equipo se jugaba parte de la temporada. Un paso adelante que deben seguir sus compañeros y que con el impulso de un Carpena lleno debe situar esta noche al equipo de Joan Plaza en la final de la Eurocup. Suerte.