El Unicaja lo ha hecho. Lo ha conseguido. Ha hecho historia. En una reacción de esas de película, que ya es historia del baloncesto malagueño, el Unicaja remontó un 56-43 con un parcial de 0-18 inolvidable, brutal, sensacional€ De llanto, de alegría, de felicidad. El Unicaja lo hizo. El Unicaja es el campeón de la Eurocup. Remontó con 0-18 de parcial. Con Nedovic cojo, Omic expulsado y Musli lesionado. El Unicaja fue histórico. Y ganó, ganó. La Eurocup. Y la Euroliga. Dios, qué grande es el baloncesto.

¿Imaginaron una salida soñada para una final? Pues el Unicaja la firmó. Paso a paso. Triple para empezar de Alberto Díaz, para acallar la "Caldera Taronja". Defensa asfixiante del equipo, movimientos en ataque, otro triple de Waczynski y 2-10 de salida tras canasta de Brooks. Fue un espectáculo, con una maraña de manos en defensa. A Pedro Martínez no le quedó otra que parar el partido con un tiempo muerto, porque Alberto Díaz ya llevaba 7 puntos y el Unicaja dominaba 6-14, a 4:28.

Se repitió, en cierto modo, la salida del primer partido de la gran final de la Eurocup. Porque tras el tiempo, el Valencia regresó con mucha más intensidad y, además, volvió a ser Joan Sastre el que martilleó el aro malagueño desde la línea de tres. Una bomba y otra más. Se unió Dublejvic, que había arrancado en el banquillo. Y, en un periquete, la gran salida del Unicaja quedó reducida a cenizas: 18-17. El pívot anotó otro triple más. Eran ya cuatro consecutivos. Una puñalada trapera. Pero el Unicaja, a pesar de eso, quería seguir compitiendo: 20-18. El final del cuarto llegó con la máxima del Valencia Basket: 22-18.

El equipo se hundió a la salida del segundo cuarto, con un quinteto atípico, con Fogg, Smith, Díez, Suárez y Viny. No había forma de ver el aro, nadie hacía las cosas con coherencia, y esa merma en ataque lastró al equipo en defensa. Dubljevic se puso las botas, con 12 puntos, y el Unicaja tocó fondo: 26-18, a 8:25. Plaza tuvo que parar el partido. Después de 3:28 de cuarto llegó la primera canasta del Unicaja. Nedovic, que tuvo que volver a pista para ocupar el sitio de un errático Smith, asistió a Omic. El esloveno machacó: 26-20. Tuvo el Unicaja hasta tres ataques para recortar, con fallos en triples de Suárez o Díez, pero el que acertó fue Sikma, que volvió a poner una renta muy empinada: 29-20. Valencia puso la máxima, con canasta de Sato: 31-21. Omic le sacó la segunda a Dubljevic, que visto lo visto, no era mal trato. Aunque luego Alberto cometió la segunda y tuvo su primera aparición Lafayette. Y el americano le dio un ritmito que vino muy bien. El Valencia se ofuscó en el arbitraje. En protestarlo todo. Y Brooks sacó petróleo en la personal. Punto a punto, el Unicaja se acercó: 33-30. Había sobrevivido al huracán taronja. Al descanso, había vida.

Tuvo Brooks un triple liberado para empatar, pero se fue al aro. Y quien no perdonó fue San Emeterio, tan oscuro en esta final. Y siguió el Valencia apretando: 40-32. Apareció, quién si no, Alberto Díaz, para meter un triple. Al fin. Había que sumar. Entre todos. Pero el Unicaja seguía con problemas. Sin meter. Smith falló otro. Y Van Rossom puso los 10 arriba: 45-35. Alberto, además, cometió la tercera. Entró Nedovic por Smith. Echaba de menos el Unicaja la aportación de más jugadores. San Emeterio, sobre la bocina de posesión, puso los 12 abajo: 47-35.

En el Valencia seguían apareciendo nuevos actores. San Emeterio se había unido al partido y ahora fue el belga Van Rossom, con dos triples consecutivos: 50-38. Respondió Dani Díez y luego Suárez. El Unicaja respiraba (50-43), pero iba 7 abajo. Un mundo aquí en Valencia.

Y, de repente, cambió el partido. Alen Omic, que había firmado la jugada más deprotiva de la final al cambiar un saque de banda que él había provocado, saltó a pista y agarró por detrás a Rafa Martínez. Dicho así, es falta descalificante. Pero lo hizo para evitar que Rafa se encarara con Nedovic, que le había hecho falta. Descalificante al esloveno. Y al vestuario. Omic se marchó del partido a 1:53. El Valencia se fue al final del cuarto, con un dos más uno de Sato, y media Eurocup en el bolsillo: 54-43.

Nedovic lo intentó, pero no estaba. No anduvo fino. Le falta punch. Físico. Rematar. Y el Valencia se creció para poner la máxima: 56-43. El rebote ofensivo mantuvo muy vivo al Valencia Basket, que tuvo hasta cinco bolas en un mismo ataque, a pesar de los "memoles" de Carlos Suárez, jugando de "cinco", y multiplicándose.

El Unicaja perdía 56-48 a 5:40. Y Valencia falló un triple, otro, más y más y más€ Y falló. Y falló. Y volvió a fallar. Y Dani Díez enchufó dos. Y el Unicaja se veía ahora con vida: 56-51. Sin Nedovic sin Musli y sin Omic. Y Smith, de tres, puso el 56-54. Y luego anotó Brooks. Y Alberto. Y el parcial fue de 0-18: 56-61.

Fue épico. Fue brutal. Fue increíble. El Unicaja se puso 5 arriba. Y el Valencia tenía miedo. Se olía. Dubljevic puso el 58-61. Fallaron ataques unos y otros. Valencia se quedó con la bola a 19.3. Con 58-61.

Brooks le puso una chapa brutal a Rafa Martínez. Y Nedovic recibió falta: 58-62. Nedovic se equivocó al final al responder a la grada. Y la trifulca afeó una final jugada de igual a igual. Con limpieza y fuerza. Se ganó. Y lo demás, es historia.