Viéndole disfrutar con los aficionados del título de la Eurocup la semana pasada, cualquiera diría que Alen Omic es un jugador malagueño que ha pasado toda su vida entrenando en la cantera de Los Guindos y mamando lo que significa jugar en el Unicaja desde infantiles. Sin embargo, el ahora pívot cajista lleva menos de tres meses en el equipo verde, nació en Bosnia (aunque su nacionalidad es eslovena) y su estancia en Málaga tiene fecha de caducidad (30 de junio), al estar cedido por el Efes turco, equipo con el que tiene firmado un año más de contrato, hasta junio de 2018.

Omic llegó el pasado 15 de enero a Málaga después de los fichajes frustrados de Trevor Mbakwe y de Hamady N´Diaye. La plaza de «center» había sido hasta entonces un verdadero quebradero de cabeza para Joan Plaza. Mbakwe fue una de las grandes apuestas del verano pasado, pero sus maltrechas rodillas obligaron a buscar otro jugador en plena pretemporada. Llegó entonces a Málaga Hamady N´Diaye, que le puso mucha voluntad, pero no fue la pieza que el equipo necesitaba para complementar a Dejan Musli.

Mediado el mes de enero surgió la opción de la cesión de Alen Omic desde el Efes. El esloveno no había cuajado en el equipo de Velimir Perasovic y el Unicaja apostó por su regreso a la Liga ACB -jugó en el Herbalife Gran Canaria el curso pasado-. Su llegada ha sido una bocanada de aire fresco para el equipo, que ha cambiado su cara agria de los meses anteriores por la de un equipo alegre y ganador.

En plena euforia por el título continental, en el vuelo de regreso la madrugada del jueves pasado desde Valencia a Málaga, Omic se acercó al presidente Eduardo García y le dijo: «Presi, next season in Málaga» («presi, yo la próxima temporada en Málaga»). No pasa de ser un comentario gracioso del jugador, entregado a la fiesta y con alguna copita de Botani en el cuerpo. Pero la verdad es que la continuidad del gigante de 25 años nacido en Tuzla en el Unicaja es casi imposible por su situación contractual con el Anadolu Efes de Estambul.

Y es que el club turco pagó el pasado verano 400.000 euros al Herbalife para que rescindiera el contrato que tenía con Omic. Su ficha esta temporada en el Efes es de 600.000 euros, una cifra que tiene un incremento para el próximo curso.

En la planificación del Unicaja para la próxima temporada seguro que Omic tendría sitio. Es más, sería una gran noticia que se perpetuara un año más la pareja Musli&Omic en el puesto de pívot. Pero eso no depende del Unicaja. Para poder contar con el gigante de 2.16, él debería rescindir su contrato con el Efes, algo que a día de hoy no parece sencillo.

Es evidente que Omic ha encontrado la felicidad en Málaga. También está claro que la «marea verde» recibiría su continuidad como una gran noticia, pero habrá que esperar qué decide el Efes. Si continúa la próxima temporada en el banquillo de los cerveceros, quizás se abra una puerta a que el pívot balcánico rescinda su contrato allí y quede libre. Si no pasa eso... todo será más complicado.

Su imagen subido a la barandilla del hall del aeropuerto, pasadas las 3 de la madrugada del pasado jueves, agitando una bandera verde del Unicaja, forma parte ya de la historia inolvidable del año que el Unicaja reinó en la Eurocup.