La Laguna será una olla a presión para recibir al Unicaja

Anoche, al cierre de esta edición, tan solo quedaban a la venta 150 entradas en taquilla, lo que hace presumir un lleno total en un coqueto pabellón canario de algo menos de 5.200 asientos, que estará a reventar para tratar de ayudar a su equipo a equilibrar el marcador de la serie que por ahora está 1-0 a favor del Unicaja, tras la disputa del partido del pasado domingo en el Martín Carpena.

En tierras canarias saben que la eliminatoria al mejor de tres partidos está muy complicada para los amarillos, pero el Iberostar ha pedido la ayuda de su afición para forzar el partido de desempate, que se jugaría el próximo domingo, esta vez en cancha cajista, por tener ventaja de campo el equipo de Joan Plaza, que acabó la Fase Regular en cuarta posición, una por delante de los tinerfeños, quintos.

El horario fijado por la ACB para el partido, las 21 horas del viernes -una hora más en Málaga- ha sido muy bien recibido por la afición aurinegra ya que es el horario habitual de los partidos del Iberostar en su etapa en la Liga LEB. Un día (viernes) y una hora (las nueve de la noche) que desde el ascenso a la Liga Endesa no ha podido repetir de forma habitual el equipo tinerfeño y que en esta ocasión ha sido un aliciente más para que los aficionados hayan pasado por taquilla (los abonados no pagan para este partido).

El Iberostar viajó ayer por la mañana de regreso a la isla desde Málaga y tuvo jornada de descanso a la espera de comenzar a trabajar hoy, martes, para preparar la segunda entrega de la serie de cuartos.

Habrá que ver qué evolución ha tenido en estas últimas horas Tariq Kirksay, que se retiró cojeando del Carpena el domingo, tras recibir un golpe en la rodilla izquierda, y que es duda para el viernes. Con la baja ya sabida de Abromaitis, Txus Vidorreta espera recuperar a Kirksay, uno de los más acertados en el estreno de la eliminatoria.