Unicaja afronta esta noche un partido más importante de lo que parece. La primera victoria ante el Iberostar y la sorprendente irrupción de Christian Eyenga, unida a la ya conseguida Eurocup y la plaza en la Euroliga, parecen desviar toda la atención a lo que pueda ocurrir la próxima temporada. Un error que se puede pagar muy caro. El Iberostar es el actual campeón de la Basketball Champions League y tiene potencial suficiente para, a pesar de la derrota inicial, dejar al equipo verde fuera de los play off. Una victoria en Tenerife, sin embargo, evitaría al equipo jugar un partido a vida o muerte sólo 48 horas después y además de asegurar un puesto entre los cuatro primeros de la liga permitiría preparar mejor la presumible semifinal contra el Real Madrid.

Pensar que la temporada está hecha es un error. El equipo debe aprovechar la falta de presión en positivo y centrarse en lograr objetivos más ambiciosos. Superar este corte llevaría la temporada del notable al sobresaliente y permitiría mirar aún con mejores ojos la próxima temporada. Una campaña donde el club tiene mucho trabajo por delante. Lo primero que tiene que hacer es garantizar la continuidad de su entrenador. Joan Plaza, que estaba sentenciado antes del triunfo en la Eurocup, ahora parece intocable, pero tantos meses de tensión pueden pasar factura a esta «relación». Esa es la primera piedra que hay que asegurar o cambiar y después deberá venir todo lo demás. De nada sirve hablar de un montón de jugadores maravillosos si luego no se adaptan al perfil o a las necesidades del entrenador elegido. El club guarda silencio y el entrenador dice que se quiere quedar e incluso renovar, pero luego acude a 101Tv y dice: «Quiero que el día que me vaya la gente entienda que me he dejado la piel. Si puedo, cuando me vaya, me llevaré un trozo de parqué y dejaré un trozo de corazón». Unas palabras que, a mí al menos, me suenan a despedida porque todos, Joan Plaza incluido, somos conscientes de que la próxima temporada será casi imposible repetir lo realizado esta temporada. Para empezar no existirá una competición donde el equipo sea favorito a la victoria como ocurrió con la Eurocup y para terminar la dureza de la Euroliga pasará factura en la Liga Endesa o viceversa, como ya ocurría cuando el equipo jugaba las dos competiciones y era casi imposible estar a buen nivel en las dos. Ahora con una Euroliga más potente y complicada todo será aún más difícil.

Dice un proverbio hindú que «la más larga caminata comienza con un solo paso». Pues volvamos ahí, porque aunque queramos llegar muy lejos siempre tendremos que dar un primer paso que ahora mismo se llama Iberostar Tenerife, después llegará el resto de la Liga Endesa y confirmar/fichar al entrenador. Todo lo demás llegará a continuación. Suerte€