­Una buena prueba de que la relación entre el Unicaja y Joan Plaza no era la más idónea allá por el mes de enero y febrero es que el club realizó la negociación para fichar al alero serbio Dragan Milosavljevic sin contar con la opinión del entrenador, sin consultarle ni tampoco solicitarle informes.

El Unicaja había visto ya al jugador en varias ocasiones y poseía buena documentación sobre el serbio. Así que el secretario técnico, Carlos Jiménez, con el visto bueno del consejo de administración, estableció contactos, y luego ya fueron el presidente, Eduardo García, y el gerente, Ángel Bordes, quienes remataron la operación con el agente del jugador, Misko Raznatovic.

El entrenador no tuvo conocimiento del fichaje de Dragan Milosavljevic hasta los play off de la Eurocup, cuando surgió el tema. Eso no gustó para nada al coach, que vio un gesto de separación para la próxima temporada. Luego el asunto salió a la luz pública. Los compañeros de Sur se hicieron eco y todo se llevó con una calma tensa.

El club ya le ha comunicado a Plaza que hay un acuerdo cerrado por dos temporadas con el mejor triplista de la Eurocup, un jugador de gran valía, de 26 años y 1,96 metros, pero con un historial de lesiones que hay que estudiar de cerca.