La renovación de Carlos Suárez con el Unicaja está hoy un poco más cerca que ayer, aunque todavía pendiente de muchas cuestiones que pulir en la oferta formal que de forma inmediata el club trasladará, salvo sorpresa, a su representante, José Ortiz.

Como La Opinión de Málaga ha informado de forma puntual desde hace ya algunos días, la renovación de Carlos Suárez con el Unicaja se complicó las últimas semanas por el desacuerdo entre el agente del jugador y los rectores del club en cuanto a la oferta económica y de duración de contrato que el Unicaja había planteado a Ortiz para cerrar un nuevo acuerdo con el capitán, que acaba contrato este próximo 30 de junio.

La primera propuesta del club no fue del agrado de Suárez -nunca hubo principio de acuerdo entre ambas partes-­ y la contraoferta del representante del jugador, que pidió un aumento del 15% de la ficha del jugador respecto a esta última temporada, fue rechazada por el presidente, Eduardo García y por el gerente, Ángel Bordes, los encargados de cerrar este tipo de operaciones en la entidad de Los Guindos.

Tras unos días con las negociaciones rotas, ayer ambas partes retomaron las conversaciones en la sede del club, hasta donde se trasladó Ortiz para tratar de desbloquear una situación incómoda para club y jugador y que la afición también ha solicitado de forma mayoritaria que se solucione de forma satisfactoria a través de las redes sociales.

La reunión sirvió para limar asperezas entre las partes y aunque no se llegó a un acuerdo definitivo, sí hay ahora mejores perspectivas, según aseguraron a este diario fuentes del propio club costasoleño.

La situación ahora mismo depende de una nueva oferta que el club realizará en las próximas horas al jugador madrileño. Suárez pretende que el Unicaja valore sus prestaciones dentro y fuera de la pista y se lo reconozca con una subida de su ficha respecto a la campaña recientemente finalizada de aproximadamente un 15%. Ortiz, además, ha solicitado al club un contrato por tres temporadas para su representado, que no ha pedido un aumento de sueldo igual al de otros compañeros del equipo que ya han renovado, pero sí tendría, como contraprestación, un contrato de más larga duración.

«Queremos que Carlos siga. Es uno de los nuestros. Debe convertirse en un icono de nuestro club. Estamos muy contentos con su implicación y queremos que se mantenga por más tiempo», aseguraban ayer a este diario desde el propio club de Los Guindos, una vez finalizada la reunión entre Ortiz, Bordes y García.

Ahora será el club el que tenga que responder con una oferta a lo hablado ayer entre ambas partes. La entidad cajista parece dispuesta a hacer un esfuerzo para retener al jugador, una de las piezas más importantes de la actual plantilla verde. La cuestión es hasta dónde va a ceder una y otra parte.

Habrá seguro una subida salarial en la propuesta del Unicaja al agente del jugador. Pero ¿será del 15% como ha pedido José Ortiz, su representante? Y por lo que se refiere a los años de duración del contrato, el Unicaja no acostumbra a firmar acuerdos por muchas temporadas. ¿Apostará el club por ofrecerle los tres años que pide Suárez?

Como en todas las negociaciones, ahora habrá que ver hasta dónde está dispuesto a ceder el club, sabedor, eso sí, de que la grada está muy pendiente de esta operación y que sería difícil de explicar a la «marea verde» que no acabaran en «matrimonio» las conversaciones abiertas entre el club y el jugador.

Lo del dinero parece menos problema que lo de los tres años, algo que el Unicaja podría intentar «camuflar» con una propuesta contractual de dos años garantizados, más un tercero opcional, que tendría una cláusula de penalización económica por parte del club en caso de no ejecutarse.

La mejor noticia hoy es que desde ayer la negociación vuelve a estar abierta entre ambas partes. Cuando antes se cierre todo, mejor. Será la manera de asegurarse que el capitán sigue en Málaga vestido de verde.