El Baskonia quiere recuperar para la Liga Endesa al excajista Jayson Granger y el Unicaja no ha tardado en reaccionar al interés de los vascos, anunciando que la intención del club de Los Guindos será también la de repescar al base uruguayo. Así lo anuncia en su edición de hoy en el Diario Noticias de Vitoria el mismísimo presidente del club, Eduardo García. «Nosotros le hicimos en su día una oferta importante para que no se fuera a Estambul. De hecho, teníamos un acuerdo verbal con sus agentes, que rompieron a las 48 horas. Todavía estamos detrás del jugador y hemos hablado para que vuelva a Málaga. Seguimos interesados y seguramente acudiremos al tanteo. Las relaciones con el Baskonia son extraordinarias y habría que hablar», desvela el «presi» verde.

La cuestión es que los derechos de Granger para jugar en España pertenecen al Unicaja, que lo sometió a derecho de tanteo hace dos veranos, cuando «Jay» decidió cambiar de aires y firmar por el Efes turco, equipo en el que ha jugado estas dos últimas temporadas. De esta manera, el equipo español que quiera al base uruguayo deberá negociar con el Unicaja una renuncia a esos «derechos adquiridos» o deberá depositar una oferta formal en la ACB y esperar si el Unicaja decide igualarla -y se queda con el jugador- o renuncia a su opción de ficharlo y Granger entonces tendría libertad para firmar por el Baskonia o cualquier otro equipo nacional.

La verdad es que el nombre de Granger no se ha vinculado las últimas semanas con el Unicaja por una mera cuestión presupuestaria. El caché del exbase cajista supera con creces el millón de euros brutos para el que lo quiera contratar, una cifra que parece imposible a estas alturas para la entidad de Los Guindos. Tras el esfuerzo del club por renovar a Brooks y, especialmente a Nedovic, unido al resto de operaciones abiertas con el resto de jugadores y el fichaje ya ejecutado de Milosalvjevic, es casi inviable que el Unicaja pueda «llegar» a las cifras de esta «operación retorno» del jugador a España.

Las palabras de García en la prensa de Vitoria, no obstante, tienen toda la lógica del mundo porque el Unicaja debe tratar de hacer caja con este movimiento, como es habitual en estos casos.

Es evidente que el club costasoleño tiene que salir al mercado en busca de un base de calidad que sustituya el próximo curso el fichaje frustrado de Oliver Lafayette que ya está de vacaciones y no volverá a vestir la camiseta verde. Con Alberto Díaz y Fogg con contrato, solo cabe un director de juego más en el róster del curso 2017/2018. Por eso, mientras esta cuestión no se arregle, todo hace indicar que el Unicaja paralizará cualquier negociación abierta con otros bases (con Westermann ha habido contactos) o al menos no se hará pública, a la espera de llegar a un acuerdo económico o de cualquier tipo de contraprestación con el Baskonia por «Jay».

El equipo baskonista no será un buen «compañero» de negociación a la vista de lo ocurrido en veranos precedentes. El club dirigido por Josean Querejeta no acostumbra a pagar indemnizaciones por sus fichajes. Hace ahora un par de años, sin ir más lejos, quiso fichar a Víctor Claver, cuando regresó de la NBA a Europa. En ese momento se encontró con la oposición del Valencia Basket, que tenía sus derechos para la ACB. No hubo acuerdo entre los clubes, el Baskonia no quiso indemnizar a los taronjas y presentó una oferta en la ACB que el equipo valenciano igualó en el derecho de tanteo. Claver quería jugar en el Baskonia, pero no en el Valencia, por lo que decidió dar un giro a su futuro y se fue al Lokomotiv Kuban ruso.

El Unicaja también sabe de qué va esto del tanteo. El pasado verano fue Will Thomas por el que presentó una oferta el Valencia, lo que pasa que lo hizo horas después de que el Unicaja anunciara oficialmente el fichaje de Jeff Brooks en ese mismo puesto, por lo que no hubo dudas desde el primer momento de que los verdes no igualarían la proposición contractual de los taronjas y el jugador puso rumbo a Valencia, presumiblemente porque quería ganar títulos, aunque lo que ha hecho hasta ahora es solo jugar finales, porque el título de la Eurocup el que lo levantó fue el Unicaja de Brooks.

Así las cosas, el club verde, a pesar de las palabras del presidente García, lo normal es que lo que busque a partir de ahora sea una contraprestación de parte baskonista para «olvidarse» del derecho de tanteo. Imaginar a Granger otra vez vestido de verde, junto a Nedovic, Fogg, Alberto Díaz, Suárez, Brooks y compañía parece solo un bonito sueño de verano.