Han comentado en reiteradas ocasiones el presidente del Unicaja, Eduardo García, y el propio entrenador, Joan Plaza, que el Unicaja puede llegar hasta donde puede, midiendo sus esfuerzos económicos, y que aquí juega el que de verdad desea hacerlo. Uno de esos jugadores es Dani Díez. El alero madrileño ha renunciado a ganar dinero para renegociar su contrato con el club malagueño. Un gesto que no es habitual en esto del baloncesto. Y más, tras confirmar en la segunda parte de la temporada que es un jugador fiable, que ha cumplido y que tiene aún margen de mejora.

Además de renunciar a parte de su contrato, el alero madrileño también ha dicho adiós a otro de sus sueños. Al menos, por esta temporada: disputar la Liga de Verano de las Vegas con los Blazers. Este invierno vino a visitarle Lojze Milosavljevic, jefe de scout internacional de Portland, y le pidió, entre otras cosas, que acudiera este verano, justo tras acabar la Liga, a un campamento de trabajo con jugadores de la franquicia. Y que luego, en julio, disputara la Liga de Verano de las Vegas con los Trail Blazers.

Sin embargo, el Unicaja no le ha dado el visto bueno y el madrileño ha tenido que aparcar esta opción. Teniendo contrato con el equipo verde, en el Unicaja no han querido arriesgarse a que Díez sufriera algún tipo de percance físico o lesión en Las Vegas. Y le ha cerrado esa puerta.

Y es que la NBA es el sueño de muchos jugadores. También de otro que el Unicaja confía en retener para el próximo curso, el pívot esloveno Alen Omic. El jugador tiene una opción para marcharse este verano y disputar la Liga de Verano con Los Ángeles Clipppers. Él mismo lo dijo cuando acabó la temporada para el Unicaja. Omic, eso sí, está ahora muy pendiente de lo que ocurra con su futuro en el Anadolu Efes. Y el Unicaja también lo está, por supuesto. Porque Joan Plaza querría contar con él para el próximo curso, aunque eso va a depender ahora de que el Anadolu Efes le libere de su segundo año de contrato. Veremos qué sucede.

Y también está pendiente a esa opción de jugar una Liga de Verano el todavía cajista Jamar Smith. El escolta americano quiere todavía probarse. Se siente con fuerzas y con baloncesto en su interior para tratar de regresar a la NBA. Y va a tratar de buscar un equipo para hacer allí la Liga de Verano. Si lo encuentra, eso sí, antes ha de desvincularse del Unicaja, que no le autoriza a disputarla. Algo que ya barrunta, pues tiene ya opciones en el básket turco. En las próximas semanas, de aquí al 30 de junio, ha de pagar su salida de 25.000 dólares para irse.