Sasu Salin, el escolta de 26 años y 1,91 metros que tiene un acuerdo con el Unicaja por dos años, a expensas de que el Gran Canaria no iguale la oferta sujeta a tanteo antes de la medianoche del lunes, es un jugador muy peculiar, un verdadero especialista. Su hoja de servicios tiene buenas estadísticas en el tiro, aunque no es un tirador excelso, más bien es un jugador de rachas. Si está "caliente" puede romper un partido. Aunque su punto fuerte es su trabajo en defensa, el principal motivo por el que el Unicaja ha decidido ficharle: para compensar los problemas atrás de Nemanja Nedovic.

En el lanzamiento, Salin es un jugador fiable. Esta temporada ha promediado en la Eurocup un 47,4% (36/76) y ha bajado en la Liga Endesa al 35% (47/136). El pasado curso, también en el Herbalife Gran Canaria, firmó en la Eurocup el 38,4% (53/138) mientras que en la ACB hizo sólo un 36,6% (64/175). Es curioso su eficacia en una y otra competición. Le pasó lo mismo en el curso 2014/15, cuando aún jugaba en el Olimpia esloveno, ya que en la Eurocup hizo el 42% (18/43) mientras que en la competición eslovena, el 36,2 (21/58), antes de venirse en plena temporada al Gran Canaria.