El base sigue siendo la gran obsesión del Unicaja en este mercado veraniego, donde el club ha vuelto a moverse con rapidez. El 85% del equipo está ya cerrado, tras las contrataciones de Dragan Milosavljevic para el perímetro y de Giorgi Shermadini para la pintura. El lunes a la medianoche se conocerá si la oferta cualificada por Sasu Salin es igualada o no por el Gran Canaria, por lo que, muy previsiblemente, el Unicaja realizará su tercer fichaje de la temporada. Quedarán, al menos, dos, a expensas de lo que ocurra con Dejan Musli. El entrenador, Joan Plaza, no cuenta con él, pero el club se agarra a su contrato y no le dejará salir salvo que sea a coste cero. El jugador quiere continuar pero no descarta un cambio de aires.

Así que ahora los esfuerzos se centran en el base. Desde este fin de semana, el entrenador ayudante Antonio Herrera y el jefe de operaciones del club, Manolo Rubia, están en Las Vegas, donde se disputa la Liga de Verano más famosa de la NBA. Es un grandísimo escenario para vigilar opciones, descubrir nuevos nombres y confirmar lo visto durante esta temporada.

El Unicaja, eso sí, ya posee un listado con varios jugadores por los que ya ha preguntado y ha establecido contactos. Uno de esos candidatos, según ha podido saber La Opinión, es el base americano Nate Wolters, de 1,93 metros y 26 años, que esta temporada ha militado en el Estrella Roja, siendo campeón de la Liga Adriática y de la Superliga de Serbia, y con un papel relevante en Euroliga. No es la única opción, pero sí una de las más interesantes por calidad, por precio y porque los gustos de Joan Plaza y de la secretaría técnica apuntan a esa dirección.

Wolters es un base sobrio, muy sólido en la dirección, gran defensor y director de juego y ha mejorado notablemente su tiro. Fue drafteado por los Wizards en el puesto 38 del draft de 2013 y tras 79 partidos en la NBA (69 con Milwaukee y 10 con New Orleans) pasó por la D-League y fichó el pasado curso por el Besiktas, firmando 11,6 puntos 4,6 rebotes y 5,4 asistencias por encuentro en Turquía. Firmó un contrato no garantizado con Denver que fue cortado antes de arrancar el curso y el Estrella Roja le echó el ojo. Base de raza blanca, diestro, muy alto (1,93 metros), ha firmado en Euroliga 7,1 puntos, 2,1 asistencias y 2,1 rebotes en 15 minutos, mientras que en la Liga Adriática ha hecho 9,2 puntos, 3,3 asistencias y 3 rebotes en 19 minutos.

El Unicaja también ha mostrado un gran interés en Erick Green, que ha jugado este curso en el Olympiacos. Green acaba de rescindir contrato con el club griego y es un «bombón», ya que es un combo, pero su ficha ha rondado el millón de dólares este año y el Valencia Basket también está muy interesado en este base eléctrico, de un perfil diferente a Wolters, más tirador y «jugón», pero menos director de juego. Se están produciendo contactos de todo tipo, pero Green, de 26 años y 1,93 metros de altura, quiere dilatar el proceso en busca del mejor contrato posible. Elegido en el puesto 46 del draft de la NBA por los Jazz en 2013, su año en Olympiacos ha sido muy bueno y el Unicaja no llega a sus altas pretensiones.

Son los dos principales candidatos de la lista, los que gustan. Al club han llegado muchos ofrecimientos, como los de Dominic Waters, Bryce Cotton, Phil Pressey o Marcelinho Huertas o Justin Dentmon.