Gio Shermadini y Dejan Musli (si continúa en el equipo) tienen motivos para sentirse muy, muy, muy felices. El club les va a regalar un base que va a pensar en ellos, que les va a surtir de balones y que les va a hacer la vida más fácil en la pista. El Unicaja y el brasileño Marcelinho Huertas tienen negociaciones muy avanzadas para firmar un contrato por una temporada. El club retoma la opción de Huertas, un ofrecimiento de hace varias semanas, pero que en su día no interesó por las dudas que generaba su incorporación. Huertas tiene 34 años y no juega desde finales de febrero, cuando Los Ángeles Lakers, tras una temporada y media, le traspasaban a Houston Rockets, donde inmediatamente fue cortado.

Pero las complicaciones en el mercado y las exigencias de Joan Plaza han hecho que el club acabe dando una vuelta de tuerca y acercando posturas con Marcelinho, un excelente director de juego, grandísimo pasador, con pocos puntos en las manos. Es lo positivo de su próxima contratación. Su estilo de juego hace que, a sus 34 años, aún pueda rendir a un gran nivel.

Nunca ha vivido de su físico, sino de su talento y de su conocimiento del juego. El brasileño ha sido un jugadorazo en toda la extensión de la palabra, aunque está por ver cómo canaliza ser el referente del equipo a su edad, y con Alberto Díaz y Morayo Soluade como recambios, jugadores que tampoco son anotadores.

Las negociaciones están muy bien encaminadas y pronto podría firmarse el acuerdo, por una única temporada.

El periodista David Pick informó el domingo por la mañana en su cuenta de Twitter que el Unicaja quería a Huertas, un extremo que pudo confirmar La Opinión. Huertas, como se ha explicado, ya fue ofrecido hace un par de semanas al Unicaja, tal y como se informó en su día, pero su nombre se descartó por su edad y su inactividad. Huertas fue traspasado el pasado mes de febrero de los Lakers a Houston. En el equipo angelino, y en su segunda temporada en la NBA, no tuvo la confianza de su nuevo entrenador, Luke Walton, y sólo jugó 23 partidos: 2,7 puntos y 2,3 asistencias con 10 minutos jugados por encuentro.

A finales de febrero fue traspasado a Houston por Tyler Ennis y los derechos del drafteado Brad Newley. Y desde entonces ha estado inactivo, ya que la franquicia texana le cortó de inmediato para disponer de mayor espacio salarial. Huertas ha ganado esta última temporada 1.533.800 dólares y el Unicaja le ofrece la mitad de esa ficha. Es la única oferta en firme que tiene por el momento y el brasileño podría convertirse en el base que buscaba el club malagueño, tras varias negociaciones infructuosas.

El base brasileño no ocupa plaza de extracomunitario, ya que tiene pasaporte italiano, y posee una amplia experiencia tanto en la ACB como en la Euroliga, ya que vino a España de la mano del Joventut y, tras jugar en Bilbao Basket y Baskonia, militó cuatro cursos, del 2011 al 2015, en el FC Barcelona. Desde allí dio el salto a la NBA. Ha disputado 165 encuentros en la Euroliga y le sobra calidad y liderazgo. Otro tema es el apartado físico.

Sigue en la selección

Marcelinho ha triunfado en el básket por talento y conocimiento del juego, no por su físico. No es un gran anotador ni un destacado tirador, pero domina el juego y conoce a fondo el básket. La incógnita es si le queda gasolina para seguir jugando al máximo nivel, 70 partidos al año. No hay que olvidar que en las dos últimas campañas ha jugado tan sólo 76 en la NBA.

Huertas sigue acudiendo a la llamada de la selección. En los Juegos Olímpicos de Río 2016 fue el base titular de Brasil, eliminada en la fase de grupos, y promedió 10,4 puntos (44,7% en tiros de campo) y 6,6 asistencias. Ahora está a punto de convertirse en el base titular del Unicaja para la temporada que viene. El fichaje podría cerrarse en las próximas horas.