El Unicaja ha culminado ya la planificación de la temporada 2017/18. Un curso clave, con la vuelta a la nueva Euroliga, y en la que el equipo contará con una plantilla de 14 jugadores, continuista (ocho hombres siguen del campeón de Eurocup), y con los refuerzos de Ray McCallum (Grand Rapids Drive), Sasu Salin (Gran Canaria), Dragan Milosavljevic (Alba Berlín), James Augustine (CSKA Moscú) y Gio Shermadini (Andorra). Una plantilla donde se ha apuntalado el juego interior, con menos puntos en el exterior, y en la que han salido Oliver Lafayette (Bolonia), Kyle Fogg (Guangzhou Lions), Jamar Smith (Unics Kazan) y Alen Omic (Hapoel Jerusalén). Y ahora, tras componer el equipo que luchará hasta en cuatro competiciones (Supercopa, ACB, Copa y Euroliga), sólo restan dos «flecos» por pulir, para acabar de una vez por todas con la planificación.

Jayson Granger y Dejan Musli son los únicos nombres propios que ahora ocupan y preocupan en Los Guindos. Tras la contratación de McCallum, y con las lógicas dudas que presenta un americano en su primera experiencia -y más en el puesto de base-, Granger ha dejado de ser ya tema de conversación. Y lo cierto es que cada día que pase se aleja su anhelo de firmar un contrato en la NBA, por lo que se acerca al Baskonia. Las dos partes tienen negociaciones muy avanzadas para que el uruguayo, cupo de formación, vuelva a la ACB. Claro que el Unicaja, como se ha informado todo el verano, tendrá la opción de igualar la propuesta vitoriana, ya que está sujeto a derecho de tanteo.

El Baskonia puede presentar el contrato en cualquier momento en la ACB y el Unicaja dispondrá de cinco días para igualarla y quedarse con él o dejarle marchar. Si el Unicaja igualara el ofrecimiento no significaría que «Jay» jugara en Málaga. Tal y como se explicó en su día, la fiscalidad entre Vitoria y Málaga es abismal, con casi 30 puntos de diferencia al presentarse la oferta el tanteo en cifras brutas y no netas para le jugador, le haría perder muchísimo dinero. Claro que el Unicaja también puede jugar sus cartas, igualar la oferta y evitar que un rival directo se refuerce con un jugador de su nivel u obligar al Baskonia a negociar su salida, previo pago de una indemnización. Algo que, según parece, el Baskonia ha hecho con Adam Hanga y el FC Barcelona.

Atlanta Hawks y otra franquicia NBA han mostrado interés en Granger, que ahora está en Uruguay, en su país natal, esperando acontecimientos. Aunque el Baskonia le espera.

Por otro lado, el «caso Musli» dará aún nuevos coletazos, a buen seguro. Joan Plaza ya ha comunicado a la cúpula del club que no está satisfecho con su rendimiento. Lo hizo al marcharse de vacaciones. Y volvió a insinuarlo el pasado domingo, cuando escribió en su web que daba la plantilla «prácticamente» cerrada. El club, al anunciar a Augustine el viernes, decía que era «la última incorporación del Unicaja para su plantilla». El club sólo baraja una hipotética salida si el club que reciba al serbio costea su ficha de forma íntegra. Y ese caso no se ha producido. Musli tiene un año de contrato garantizado y, tal y como ya se ha informado, él quiere seguir, salvo que llegue un gran club. El serbio aterrizará el día 15 en Málaga y a partir de ahí se resolverá su futuro. Porque el Unicaja, con sólo tres cupos, deberá dejar a un jugador en ACB si vestir...