­La sala de fisioterapia del Unicaja hace las veces también de una consulta de psicología. Jugadores que pasan horas tratándose y que hablan sobre sus vidas, el equipo, sus sensaciones, el entrenador... La camilla es el diván. Pero, en vez de orlas, cursos y másters, en las paredes de la sala de recuperación del Martín Carpena cuelgan fotos, pósters, recuerdos, banderines y camisetas del Unicaja. Tres de ellas están detrás de la camilla: Nacho Rodríguez, Dani Romero y Berni Rodríguez. Tres emblemas del club. Tres canteranos. Tres históricos.

Todos los años, mientras los nuevos jugadores que llegan al equipo se tratan, Mario Bárbara tiene que contestar a las mismas cuestiones. «¿Quiénes son?», preguntan, especialmente los americanos, sobre Nacho o Dani. Y Mario, tras 25 temporadas en el club y 21 ya en el primer equipo, les pone al día de qué significaron esos jugadores para la entidad, de dónde viene este club, cuáles son los valores que transmite, quién es éste o aquél, cómo rugía Ciudad Jardín, qué le pide el Carpena a los jugadores o dónde hay que ir a cenar por Málaga en el día libre.

Además de fisioterapeutas y, a ratos psicólogos, Bárbara y el otro fisio del equipo, Alejandro Ballesteros, son también confidentes, guías, confesores y cicerones dentro de la plantilla del Unicaja. Ballesteros lleva ya 20 años dentro de la entidad. Los dos, Mario y «Ale», son parte ya del escudo del Unicaja. Suman 45 años de servicio. Y para esta temporada, su siempre sacrificada, abnegada y poco reconocida labor, será todavía más importante. Bárbara, en el último año de Euroliga que disputó el equipo, se pasó 80 noches fuera de casa durante la temporada, de octubre a principios de junio. Y ahora, con 70 partidos previstos para el curso 2017/18, el Unicaja se enfrenta a todo un reto: jamás había jugado antes tantos compromisos ni tan exigentes. La durísima campaña que se avecina requiere de un sobreesfuerzo. Y los dos están preparados. Porque, más que nunca, son las manos del Unicaja.

El club ha hecho un importante esfuerzo económico en la compra de diverso material de última generación. La máquina estrella para avanzar en la recuperación de lesiones se llama «Indiba», «que ha revolucionado el modo de recuperación», apunta Bárbara. Se trata de una pequeña máquina para uso de la diatermia profunda, y supone un gran avance de la electroterapia. Trata los tejidos internos, pero sin provocar calentamiento en la piel ni en el tejido adiposo. «La llevamos a la gran mayoría de viajes y nos es muy útil».

Seguro que alguna vez se han preguntado qué son esa especie de calentadores que muestran por redes sociales jugadores como Nemanja Nedovic o Dani Díez, cuando están ya en casa, sentados en el sofá o tumbados en la cama. Se trata del «Normatec», unas botas gigantes que llegan a las ingles. «La presión ejercida incrementa la circulación sanguínea, reduce el nivel de lactato en la sangre y alivia la inflamación y el malestar después del esfuerzo, lo que ayuda a acelerar la recuperación y mejorar el rendimiento», apunta Alejandro Ballesteros.

Un aparato muy similar a éste es el «Game Ready», que además de todos estos beneficios, aporta frío al efecto de compresión. «Viene muy bien para las articulaciones sobrecargadas», añade el fisio.

Y para ayudar más a la recuperación de los jugadores se va a llevar también a los viajes del equipo una bañera inflable que se llenará de agua fría y hielo. «Después de entrenos duros o partidos fuera de casa, los jugadores harán alguna inmersión y así descargarán la musculatura».

Técnicamente, el Unicaja está listo. Y humanamente hay una pareja sensacional. Uno, principalmente Bárbara, viajará con el equipo. El otro se quedará en Málaga para trabajar y tratar con los descartes o con algún jugador lesionado. La temporada es larga y, por desgracia, siempre hay algún problema físico. Aunque los dos fisioterapeutas, además del trabajo que realiza el preparador físico, Diego Vázquez, también llevan a cabo una labor de prevención de lesiones. «Tenemos nuestro programa de prevención, con nuestro protocolo de análisis y medimos y hacemos perfiles de cada jugador, para tratar de potenciar los déficits físicos que tengan. Nuestro trabajo también se centra en prevenir las lesiones físicas por sobrecargas o roturas musculares. No podemos hacer nada cuando se producen choques, pero sí en otros apartados», explica Mario Bárbara.

Hay jugadores más proclives a ir a la camilla. «Al que más le gusta cuidarse es a Dejan Musli», apunta Ballesteros. «Nedovic también se pasa mucho tiempo con nosotros, no está teniendo suerte con las lesiones. Hay que cuidarle mucho las rodillas y ahora tuvo el problema del hombro». ¿Y quién es el jugador más cachas de este Unicaja? Pues Mario da la respuesta: «Viny Okouo es el más fuerte». La plantilla está en las mejores manos.