El nuevo jugador del Unicaja Dragan Milosavljevic no pudo anoche subir a lo más alto del podio continental, tras perder su selección la finalísima del Eurobasket ante la pujante Eslovenia, merecedora del título tras 9 victorias en 9 partidos. El nuevo jugador cajista solo jugó 7:52 minutos, en los que anotó dos puntos en dos tiros libres y capturó un rebote.

Los eslovenos ganaron, contra pronóstico, su primera medalla de oro continental, después de una final que será recordada durante mucho tiempo por la lucha y entrega de los jugadores de los dos equipos.

Goran Dragic, autor de 35 puntos, acabó agotado y el madridista Luka Doncic con una torcedura de tobillo, mediado el tercer cuarto, fueron los mejores, junto con Prepelic de una Eslovenia que luchó con una energía y fe infinitas.

Goran Dragic (Miami Heat), por parte eslovena, y Bogdan Bogdanovic (Sacramento Kings), por la serbia, asumieron el protagonismo en el primer cuarto, 20-22. En el segundo cuarto, Eslovenia salió con más fuerza. Serbia aceptó el reto y le metió más intensidad al partido, 30-28 (min.13) y Eslovenia respondió con una contra finalizada con mate por Luka Doncic, dentro de un parcial de 11-0 en apenas dos minutos que colocó un 38-28 en el marcador (min.14.30).

Dragic asumió todo el protagonismo y anotó canastas de todos los colores, veinte puntos en este segundo periodo. Una oda al baloncesto de ataque, sin duda. Con el 56-47 se llegó al descanso.

Serbia siguió sin volver la cara al partido y con dureza, con calidad y con experiencia fue poco a poco descontando la ventaja eslovena, 63-57 (min. 25.40). Doncic, momentos antes se había hecho daño en el tobillo izquierdo y Dragic estaba en el banquillo tomándose un respiro.

Serbia lo aprovechó hasta el 63-61 (min.27.15). Eslovenia tomó una bocanada de aire y llegó al final del tercer cuarto con un 71-67.

Con un líder fuera de combate, Doncic, y con otro extenuado, Dragic, Serbia supo encontrar la brecha para devolver el partido a la igualdad. Una canasta de Macvan devolvió a Serbia a positivo, 77-78, pero Eslovenia, pese a no tener a Dragic ni a Doncic en la pista supo encontrar en la fe la energía necesaria para acabar ganando por 93-85 y proclamarse campeona de Europa.