Todos conocemos personajes importantísimos en la historia de la humanidad que consideramos héroes admirables. Gente especial, con un talento para liderar, luchar por el prójimo o contra la injusticia. Personas que han intentado cambiar el mundo incluso perdiendo la vida si era necesario por lograr ese objetivo que se marcaban.

Seguro que mientras me leéis os irán surgiendo nombres conocidos por todos. Pues no sé, Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela o la madre Teresa de Calcuta pueden ser personajes de los que os hablo. Los ingleses seguro que considerarán a Churchill entre sus héroes; los escoceses, a William Wallace, aunque cuando vas a aquel país y te cuentan su historia entiendes que hubo personajes más importantes que el protagonista de la famosa película Break Heart. ¿Quién no conoce al rey griego Leónidas? ¿O a George Washington? Hasta Obama me parece un nombre que podríamos encuadrar en esta pequeña lista muy personal.

Pero yo no quiero hablar de todos ellos. No hace falta. Ya los conocéis. De quien quiero hablar es de otro tipo de héroe que, como todos estos mucho más famosos, es un genio y entrega su vida a salvar la vida de otros. Lo hace de una manera silenciosa, sin salir en portadas de revistas, sin que le hagan reportajes para la televisión o películas sobre su vida.

A este, mi héroe silencioso, lo conocí hace siete meses más o menos. Cuando fui a verle la primera vez iba expectante por lo bien que me hablaron de él. Fui con ese pensamiento de que vas a conocer a alguien que nada más verle te va a impresionar. Cuando se presentó y hablamos por primera vez me di cuenta de que estaba ante una persona normal y corriente como hay tantos millones en el mundo. Alguien reservado, parco en palabras, humilde, pero que sabe de lo que habla y lo hace sin ostentaciones. Él no te quiere impresionar contándote la de vidas que ha salvado en los años que lleva trabajando. Tampoco te cuenta las conferencias para especialistas en su campo en las que ha sido protagonista. Sin casi hablar es capaz de transmitirte tranquilidad, hace desaparecer en ti el tremendo miedo que tienes por lo que estás a punto de comenzar. La manera como te mira, con el sosiego con el que habla, hace que nazca en ti una sensación de saber que estás en las mejores manos posibles para afrontar lo que se te viene encima.

Por supuesto que lees, te informas sobre quién es, no faltaría más en la época en la que vivimos que con internet puedes saber lo que sea de quien sea. Leyendo sobre él te das cuenta de que estás ante una eminencia y que es un lujo que él tenga interés en superar con nosotros este bache en el camino. Y así hicimos, ponernos totalmente en sus manos.

A medida que le vas conociendo después de las entrevistas semanales que íbamos teniendo con él, te das cuenta de que estás ante alguien diferente, que quien está al otro lado de la mesa es un genio. Lunes a lunes aumenta tu confianza ciega en él después de oírle hablar. Y es que no habla mucho pero es capaz de transmitir confianza de que algo que no sabes cómo va está bien, a pesar de todo lo que estás pasando y lo que estás viviendo. No nos importa no tener ni idea porque nuestras ganas de vivir y su confianza hacen que sigamos luchando a tope.

Os hablo de Emilio Alba, jefe de oncología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga. Él es mi héroe silencioso y el perfecto compañero junto a todo su equipo (equipo de Champions League) para afrontar este difícil camino. A él le estaré eternamente agradecido por todo lo que ha hecho por nosotros y lo digo hoy, un día antes de la reunión más importante de todas las que hemos tenido con él, reunión en la que nos leerá los resultados de la última resonancia y sabremos si por fin estamos buenos o no. A Emilio y a todo su equipo le debemos mucho, como tantas y tantas personas que habrán pasado por sus manos.

Ahora, también os digo que mi principal heroina silenciosa es otra que está demostrando tener un coraje letal para ganar este partido y me está dando una lección de vida que ha hecho que mi admiración por ella sea infinita. Seguro que todos sabéis quien es y lo orgulloso que estoy de ella.