El Unicaja prepara desde las 19.00 horas el encuentro de este domingo en el Martín Carpena ante el Estudiantes (18.30 horas). Es un día muy duro para toda la familia del Unicaja. El equipo malagueño perdió este viernes en Valencia por una paliza en toda regla (91-53), pisando el escudo del club y dejando sensaciones realmente malas. El equipo no dio la talla, estuvo desaparecido y no mostró ni orgullo ni baloncesto.

El Unicaja, de hecho, cosechó en Valencia la segunda derrota más abultada en sus 17 años disputando la Euroliga. Y jugó la peor primera parte de su historia en la máxima competición continental. Una actuación bochornosa, del que el entrenador, Joan Plaza, dijo tras el partido que se "esperaba" a un Valencia así y que había advertido a sus hombres.

Sólo el capitán del Unicaja, Carlos Suárez, ha dado la cara y ha pedido sus más "sinceras disculpas" a los aficionados del Unicaja a través de un tuit en su cuenta en su red social. Un buen gesto del madrileño, que dijo que había sido la "peor derrota" que había vivido hasta entonces en su carrera.

El Unicaja ha cosechado ya cuatro derrotas consecutivas, tras perder ante el Olympiacos, Real Madrid, Brose Bamberg y Valencia Basket. Todas son derrotas que pueden darse, dado el nivel de los equipos, excepto el tremendo traspié ante el Brose alemán en casa. El problema de esas derrotas es que el Unicaja no dio la cara ni en Madrid ni en Valencia, y que bajó los brazos, no compitió y ofreció un baloncesto ridículo.

Joan Plaza no ha querido entrenar hoy a la vuelta del equipo, sino que ha preferido que sus jugadores se marcharan a casa y los ha citado a las 19.00 horas, para comenzar a preparar el partido de este domingo, a las 18.30 horas, ante el Estudiantes. Los malagueños tienen que ganar sí o sí y no pueden dejar escapar esta opción que les da la ACB para olvidar sus penas y comportarse como un verdadero equipo.