Sin tiempo para lamentar más lo ocurrido el domingo en San Sebastián, el Unicaja recupera el ritmo frenético de la Euroliga con una nueva jornada doble de partidos europeos esta semana. El jueves tocará visitar la pista del Real Madrid y hoy, solo 48 horas después de lo de Donosti, el equipo recibe en el Martín Carpena al Zalgiris, un equipo de esos a los que se les puede (y debe) ganar en una máxima competición continental en la que todo los rivales son buenísimos, pero hay que reconocer que unos más que otros.

Dicen que después de un traspié como el del domingo, lo mejor es volver a jugar cuanto antes. Así, el calendario le da hoy una buena oportunidad al equipo para resetear, cambiar la cara y reconciliarse con su afición. Ganar esta noche al campeón de Lituania significaría colocarse con un balance positivo en la clasificación y mirar a Europa con ojos de aspirante serio a cuartofinalista, cuando la primera vuelta de la liguilla ya alcanza prácticamente su ecuador.

La mala noticia es que habrá que intentarlo sin Nemanja Nedovic. El serbio recibió un golpe en el hombro el domingo y las pruebas médicas a las que se sometió ayer ofrecieron un diagnóstico negativo: contusión aguda en la articulación acromio-clavicular izquierda. Baja segura para hoy y más que probable para pasado mañana, en la pista del Real Madrid. ¿El domingo en Andorra? Quizás pueda volver.

Bajas al margen y aunque alguno esté todavía enfadado por lo de anteayer, la «marea verde» tiene que tener claro que esta noche es vital acudir al Carpena a poyar al equipo. Da lo mismo la imagen del último partido, que sea martes y que mañana haya que ir a clase o a trabajar. Cuanta más gente haya en las gradas, más posibilidades de ganar y de seguir avanzando en Europa. Es clave que el equipo se sienta arropado y el rival, presionado.

La cita es a las 20:45 horas en el Palacio. Por delante, 40 minutos para reivindicarse en Europa. La Euroliga, desde luego, es la mejor terapia posible... aunque sea sin el lesionado Nemanja Nedovic.