El Unicaja ha estado bien representado esta pasada semana en la selección española de baloncesto. Sin jugadores, pero con otros actores muy importantes dentro del funcionamiento del equipo. La Federación (FEB) decidió a última hora no contar tampoco con los jugadores de la Euroliga, además de los que militan en la NBA. Alberto Díaz se cayó de la preconvocatoria que había ofrecido la FEB. Así que Sergio Scariolo tuvo que reclutar a un grupo de jugadores que mezclaban veteranía y juventud. Regresó a la selección Fran Vázquez, por ejemplo. Y el seleccionador se acordó de nuevo de Málaga a la hora de confeccionar el cuerpo técnico.

El entrenador del Unicaja de Liga LEB, Paco Aurioles, y el preparador físico de cantera, Enri Salinas, se fueron con él a preparar los partidos ante Montenegro y Eslovenia. Ya habían trabajado en el stage de Benahavís de este verano, preparando una selección de jóvenes valores, conscientes de lo que podría ocurrir luego. Como así pasó. No fueron los únicos malagueños. También estuvo el doctor Carlos Salas, que tras una década en el Unicaja no continuó con su trabajo aquí y fue fichado por los servios médicos del Real Madrid. Una excelente representación del básket malagueño.

Y lo que han vivido en esta semana de trabajo, culminada con dos victorias en Podgorica ante Montenegro el pasado viernes y ante Eslovenia en Burgos el domingo se ha transformado en una experiencia que ninguno olvidará jamás.

«Al principio fue un poco todo en plan clandestino, pero sirve para que se pueda reivindicar otro tipo de jugador, una especie de clase media del baloncesto español. Estoy convencido de que esos jugadores que han estado con la selección van a ser ahora mejor vistos, por todos y en sus propios clubes. Para los románticos del baloncesto tiene que ser un motivo de orgullo, para todo el baloncesto español», explica Paco Aurioles, asistente de Scariolo y entrenador del Unicaja de la Liga EBA.

«Ha sido como una vuelta al pasado, el baloncesto en sus orígenes. En lo físico hemos hecho un trabajo muy básico, no podíamos inventar nada, así que ha sido todo muy bonito», recalca Enri Salinas. Los dos trabajaron, codo con codo, con Scariolo en el banquillo del Unicaja cuando el ahora seleccionador dirigió la época más dorada del club de Los Guindos, con el título de Copa del Rey 2005, la Liga ACB 2006 y la presencia en la Final Four 2007. Ahora han vivido una experiencia preciosa.