Hace ahora 10 años, el Unicaja. Tras una temporada europea espectacular, culminada en un inolvidable play off de cuartos de final agónico contra el FC Barcelona, que cerró Pepe Sánchez con aquel histórico triple que desató la locura extrema en el Martín Carpena, el equipo entrenado entonces por Sergio Scariolo se plantó en el pabellón OAKA de Atenas para jugar la Final Four de mayo de 2007.

Hoy, una década después, el Unicaja regresa a esa pista que para siempre será fetiche en la memoria de la «marea verde». Le espera allí un intratable Panathinaikos de Xavi Pascual (técnico ayudante, por cierto, en aquel Barça la noche del triple de Pepe Sánchez), en la que es ya la décima jornada de la Fase Regular de esta Euroliga.

El equipo verde, en una racha negativa de cinco derrotas seguidas, buscará el más difícil todavía en un OAKA que está «vírgen» este curso en la Euroliga. Los griegos han jugado hasta ahora en su pista cuatro partidos en los que han sumado otras tantas victorias ante Brose (93-83), Fernerbahce (70-68), Khimki (93-65) y Real Madrid (82-80). Ganar fuera de casa en Europa siempre exige un sobreesfuerzo, pero hoy incluso parece mayor que en otras ocasiones.

El buen momento del equipo de Xavi Pascual es innegable. Los de Atenas han ganado cinco de sus seis últimos partidos europeos y se han asentado en la zona más alta de la clasificación continental, con un balance de 6-3. Se mire como se mire parece casi un imposible, pero?

Por si no hubiera ya pocas trabas, tampoco será nada fácil el ambiente que se encontrará el Unicaja en la pista del Pao. No se esperan en las gradas los 18.000 aficionados que acudieron la semana pasada al Panathinaikos-Real Madrid. Quizás haya poco más de la mitad, pero lo cierto es que el OAKA es la pista que más aficionados de media lleva esta temporada en Europa y que sin llegar a ser el «infierno griego» de finales de los 80 o principios de los 90, cuando jugar en Atenas o en Salónica era ir a una «guerra», sí que se vuelve a vivir en Grecia un ambiente intenso de básket que hoy tratará de aplacar los ánimos de dar la sorpresa que tenga la plantilla verde.

La expedición cajista viajó ayer sin el polaco Waczynski y sin el georgiano Shermadini, ambos aquejados de sendas lesiones. Las ausencias del alero y del pívot se solapan con la inclusión en la convocatoria de Morayo Soluade y de Viny Okouo. Tener 14 jugadores en el plantel permite que sea menos traumática la baja de uno o dos jugadores, aunque es cierto que ninguno de los dos canteranos que esta noche se vestirán en el OAKA cuenta con el favor últimamente de Joan Plaza, que ha utilizado a ambos de manera muy puntual y con un rol totalmente secundario.

Habrá que ver cómo soluciona Plaza, sobre todo, lo del juego interior. ¿Quién será hoy la segunda opción, cuando James Augustine esté sentado en el banquillo? Sin Shermadini, la lógica dice que Dejan Musli debería de ser la apuesta del técnico, pero el coach cuenta cada vez menos con el center serbio y no hay que descartar que hoy, tras un mes en el olvido, Okouo sea más protagonista e incluso adelante en la rotación al que la pasada temporada fue nominado mejor pívot de la Eurocup.

La cita es a las 20 horas, retransmitida en directo por Movistar Deportes 2. El Unicaja necesita ganar ya para no quedar descolgado demasiado pronto de la lucha por las 8 primeras plazas que darán acceso al play off de cuartos. Tumbar al Panathinaikos en su guarida sería dar carpetazo a la crisis y ver el futuro con mayor optimismo. Es difícil, pero jugando como el viernes pasado contra el CSKA, sí se puede.